Católicos ayunan para ser mejores personas, asegura Arquidiócesis
Juan David Castilla Arcos. Xalapa, Ver., 25 de febrero de 2018. Feligreses ayunan durante esta Cuaresma para ser mejores personas y y crecer como hijos de Dios, aseveró el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes.
En su comunicado dominical número 199, el Sacerdote recordó la importancia y significado del ayuno para la Iglesia Católica.
«Una de las obras cristianas de mortificación que nos ayudan en este periodo de la Cuaresma para fortalecer la comunión con Dios es, sin duda, la práctica del ayuno. Se trata de la privación voluntaria de un bien que produce en nosotros algún tipo de satisfacción. Desde luego, el ayuno sincero va unido a la conversión interior, pues desde el punto de vista religioso, la persona busca el encuentro con Dios», se lee.
El Director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa subrayó que, tradicionalmente, con el ayuno, la persona renuncia al consumo total o parcial de alimentos por un tiempo definido.
«Pero también se puede ayunar con los sentidos y de todo tipo de complacencias corporales, principalmente dejando de actuar de forma inapropiada. Es bueno ayunar de todo lo que pone en peligro a la persona. Sería inútil privarse de alimentos pero al mismo tiempo alimentar el corazón con cosas que lo dañan a uno».
A su juicio, la gente puede ayunar con los ojos, con los labios, con las manos, dependiendo del análisis que haya realizado para saber cómo está llevando su vida con los demás y ver si sus actos están conduciendo al bien.
«El ayuno hace libre a la persona de toda esclavitud. Los dioses de este mundo quieren esclavos, Dios quiere hombres y mujeres libres. Como una forma de mortificación, el ayuno nos conduce a la imitación y seguimiento de Cristo que asume voluntariamente el peso de la cruz por nosotros».
Suazo Reyes mencionó que también se ayuna para hacer penitencia y pedir perdón, por el pecado propio y por el ajeno.
«Se ayuna para pedir ayuda a Dios, para obtener su favor en asuntos importantes y en las grandes decisiones de la vida. Se ayuna para ser mejor persona y para crecer como hijo de Dios».
El vocero subrayó que el hombre contemporáneo está llamado a ayunar, a abstenerse no sólo de comida o bebida sino de otros muchos medios de consumo, de distractores y la mera satisfacción de los sentidos.
«Ayunar significa a final de cuentas abstenerse o renunciar a algún beneficio que nos distrae de los verdaderos bienes. Que la práctica del ayuno cuaresmal nos ayude a progresar en el seguimiento y la imitación de Cristo», culminó.