Papa pide a médicos católicos que intervengan en debate sobre el aborto
Ciudad del Vaticano, 28 de mayo/Notimex. El papa Francisco pidió a una delegación de médicos católicos, a los cuales recibió durante una audiencia privada en el Vaticano, que intervengan activamente en las discusiones públicas sobre temas sensibles como el aborto o la eutanasia.
Ante los representantes de la Federación Internacional de las Asociaciones de los Médicos Católicos (Fiamc) les advirtió que las palabras, los gestos y los consejos de esos profesionales pueden convertirse, si son coherentes, en un testimonio de fe vivida.
Para el líder católico, el rol de los médicos no se reduce a ser “simples ejecutores” de la voluntad de un enfermo o de las exigencias de un sistema sanitario.
Por eso, defendió su libertad para ofrecer opiniones en aspectos como la interrupción del embarazo, el fin de la vida, los estudios de genética y para reivindicar la objeción de conciencia cuando lo consideren necesario.
“La Iglesia está a favor de la vida y su preocupación es que nada esté contra la vida en la realidad de una existencia concreta, por débil, indefensa, no desarrollada o poco avanzada que sea”, dijo.
“Ser médico católico es sentirse operadores sanitarios que desde la fe y de la comunión con la Iglesia reciben el impulso para hacer siempre más madura la propia formación cristiana y profesional, incansable la propia dedicación”, añadió.
El encuentro con los médicos tuvo lugar a pocos día del comienzo de un congreso titulado “La santidad de la vida y de la profesión médica; de la Humanae vitae a la Laudato si”, que tendrá lugar en Zagreb, Croacia.
Más adelante, el Papa instó a contrarrestar la tendencia a reducir a los enfermos a simples “máquinas por reparar”, sin respeto por los principios morales, y a explotar a los más débiles descartando lo que no corresponde “a la ideología de la eficiencia y de la ganancia”.
Por eso llamó a “humanizar la medicina” y advirtió que la identidad católica de los médicos no condiciona en algún modo la colaboración que ellos pueden tener con profesionales de otros credos o sin ninguna espiritualidad específica.