Pide ONU hacer rendir cuentas a responsables de crímenes en Myanmar

Maurizio Guerrero. (Corresponsal). Naciones Unidas, 28 de agosto/Notimex. El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, urgió al Consejo de Seguridad para que considere seriamente las diferentes opciones de rendición de cuentas tras los graves crímenes cometidos en Myanmar contra la etnia rohingya.

En una sesión sobre este país, Guterres se refirió al informe presentado por un panel de expertos en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, según el cual altos mandos militares de Myanmar están vinculados a “los crímenes más graves según el derecho internacional”.

“Creo que las conclusiones y recomendaciones de este informe merecen un examen serio por parte de todos los órganos pertinentes de las Naciones Unidas”, apuntó Guterres.

El informe concluyó que se han cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad en contra de la población de la etnia rohingya, y que existe información suficiente para “garantizar la investigación y el enjuiciamiento de altos funcionarios” de las fuerzas de seguridad de Myanmar.

Emitido el lunes, el documento sugirió además al Consejo de Seguridad a que refiera los delitos de genocidio ante la Corte Penal Internacional, el tribunal encargado de procesar estos crímenes.

La sesión de este martes en el Consejo de Seguridad fue celebrada en conmemoración del primer aniversario de la ofensiva contra la población rohingya en Myanmar, que ha generado un éxodo de más de 720 mil personas hacia Bangladesh.

Guterres evitó utilizar la palabra genocidio, además de que tampoco hizo alusión a la recomendación de referir la situación a la Corte Penal Internacional.

No obstante, destacó que “la rendición de cuentas es esencial para una verdadera reconciliación entre todos los grupos étnicos y es un requisito previo para la seguridad y la estabilidad regionales”.

Añadió: “una cooperación internacional eficaz será fundamental para garantizar que los mecanismos de rendición de cuentas sean creíbles, transparentes, imparciales, independientes y cumplan con las obligaciones de Myanmar en virtud del derecho internacional”.

El Consejo de Seguridad, sin embargo, se mostró dividido sobre las medidas a tomar en torno a Myanmar. Sólo el embajador de Suecia ante la ONU, Olof Skoog, se pronunció de manera explícita por referir la situación de Myanmar a la Corte Penal Internacional.

China resaltó a su vez la necesidad de reconocer el “progreso” en el tema de la repatriación de refugiados de Bangladesh a Myanmar, y subrayó la necesidad de fortalecer la cooperación para el desarrollo de la zona fronteriza entre esos dos países.

Rusia, mientras tanto, se pronunció por evitar la confrontación directa y pidió a la comunidad internacional a que se enfocara en cambio en garantizar un retorno seguro de refugiados a Myanmar.

A su vez, Louis Charbonneau, director para la ONU del grupo civil Human Rights Watch (HRW), manifestó que el Consejo de Seguridad de la ONU debe seguir la recomendación de la Misión de Investigación de la ONU de remitir la situación en Myanmar a la Corte Penal Internacional.

Charbonneau declaró además que el Consejo de Seguridad debe imponer sanciones contra los responsable de crímenes graves, y establecer un organismo independiente e imparcial para reunir y preservar evidencias de los crímenes contra la población rohingya.

“Las innumerables víctimas de Myanmar no necesitan más expresiones huecas de preocupación, necesitan acción”, enfatizó Charbonneau.

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