Artesanos Totonacas transmiten sus saberes en Cumbre Tajín
-En el Área de Talleres, el público es guiado por los artesanos Totonacas para elaborar adornos de papel picado.
Redacción/Xalapa. —Yo empecé a hacer papel picado desde chamaco. Y, aquí, entré casi desde que empezó Cumbre Tajín, un año o dos años después. Yo aprendí con mi papá y mi abuelo. Con mi papá aprendí el papel picado, pero de buril, como le dicen. El buril es un instrumento que tiene una puntita, un filo angostito, con el que se empieza a picar el papel. Sí es picar. Éste que enseñamos aquí es cortado, pero es derivado del papel picado. La diferencia es que ahora usamos las tijeras. Independientemente de la forma en que lo hagas, es papel picado —explica Javier Atzin, maestro del taller de papel picado en el Área de Talleres del Festival Cumbre Tajín, que se desarrolla del 20 al 24 de marzo en Papantla, Veracruz.
Antes de enseñarle los secretos del papel picado a una familia que visitó el Festival desde Coatzintla, Veracruz, Javier narra que es originario de la comunidad de Poza Larga de Papantla y tiene 45 años de edad.
Durante cada sesión, Javier transmite con paciencia una labor que conoce bien: el arte de elaborar papel picado usando papel china y tijeras.
—Esto es importante porque es parte de una tradición. Nuestros abuelos siempre han adornado con papel de china, nunca han usado nylon u otros materiales. Para adornar, por ejemplo, en Todos Santos, en las casas, en donde sea, o en las procesiones de las iglesias. Si no ponemos el papel, es como cuando alguien se peina bonito y no trae flores o moñitos. No se ve mal, pero como que le falta algo. Y eso es lo que el papel representa: es ambientar algo con colores, que resalten, que se vean bonitos.
Los asistentes a este taller —uno de los cientos que ofrece el festival a lo largo y ancho del Parque Takilhsukut— se reúnen en torno a las mesas en donde yacen los materiales con los que, en pocos minutos, podrán hacer coloridos adornos de papel picado para adornar sus hogares.
Finalizado el intercambio de conocimientos, Yeimy Elisa de Luna, de 23 años de edad, quien visitó el Festival junto con su esposo, su hijo de cinco años y su papá, comparte su entusiasmo:
—Lo pasé muy bien en el taller. Venimos llegando y lo primero que hicimos fue venir a este taller. Aprendí, pero la verdad no me acuerdo ya muy bien cómo lo hice, aunque lo logré al seguir lo que me decían los maestros. Yo vengo a Cumbre Tajín todos los años. Esta vez me llamaron la atención los adornos de papel picado, cuando pasé por los talleres, así que decidí hacerlo con mi familia.
Además de los divertidos talleres que ofrecen artesanos Totonacas en el Área de Talleres del Parque Takilhsukut, los asistentes del Festival Cumbre Tajín podrán aprender más acerca de las artes de tradición Totonacas en los talleres y recorridos que ofrecen las distintas Casas/Escuela del Centro de las Artes Indígenas (CAI).
Por esta labor en la salvaguardia y la preservación de las diversas expresiones artísticas y culturales de las artes de tradición Totonaca, el CAI fue reconocido en la Lista Mundial de Mejores Prácticas para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).