¿Imaginas ver un ‘enjambre’ de satélites en vez de estrellas en el cielo?
Estados Unidos/El Financiero. Un día, las estrellas que vemos desde la Tierra podrían ser superadas en número por un gran ‘enjambre’ de satélites.
Algunos astrónomos profesionales dieron la alarma la primavera pasada, y nuevamente en noviembre, después de que SpaceX lanzó lotes de 60 satélites Starlink. Todavía no presentan un problema, pero cuando miles más brillen sobre nosotros podrían interferir con nuestra capacidad de detectar los objetos más lejanos del universo. El efecto más amplio será en observadores aficionados del cielo y cualquier otra persona que alguna vez se haya sentido conmovida por el brillo de la Vía Láctea.
Estamos entrando en una segunda era espacial ahora, 70 años después del comienzo de la primera, dice el historiador espacial y astrofísico Jonathan MacDowell del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica. El costo de lanzar cosas al espacio es finalmente barato, por lo que la cantidad de objetos en el espacio va a explotar.
SpaceX tiene planes de lanzar 30 mil satélites más, además de los 12 mil ya aprobados por autoridades. El resultado podría ser un acceso a Internet de alta velocidad barato o gratuito para todos, al precio de nuestra visión de las constelaciones eternas.
Explica que parte de la comunicación se puede hacer con satélites mucho más altos y menos molestos en órbita geoestacionaria, pero no pueden obtener suficiente ancho de banda para ofrecer a todos, por ejemplo, la transmisión de video. El cielo se volverá aún más abarrotado si Jeff Bezos lleva a cabo su plan para mover la industria pesada al espacio, un esfuerzo que requeriría cientos de miles de satélites mucho más grandes y brillantes, dice MacDowell.
“La preocupación es nuestra conexión con el universo”, dice Ruskin Hartley, presidente de la Asociación Internacional Dark-Sky. Si bien hay miles y miles de millones de estrellas por ahí, nuestros ojos pueden captar solo 10 mil, dice, por lo que pronto nuestra vista podría estar “centelleando con satélites”.
MacDowell dice que sus cálculos sugieren que incluso unos modestos 30 mil satélites cambiarían profundamente la visión desde la Tierra. Los astrónomos dicen que ese número también comenzará a complicar su trabajo, especialmente un ambicioso proyecto conocido como el Gran Telescopio de Estudio Sinóptico. ¿Se desvanecerá el entusiasmo público cuando el resto de nosotros ya no miremos las estrellas y nos preguntemos de dónde vino todo?
¿Es egoísta querer mantener nuestro cielo nocturno, sabiendo que algunas personas todavía no tienen acceso a Internet? Tal vez. Pero muchos de los desconectados seguramente también sienten una conexión con el cielo nocturno.
MacDowell dice que una buena solución de compromiso sería un acuerdo internacional, similar a un pacto de basura espacial negociado a través del Comité de Coordinación Interagencial de Desechos Espaciales.
A través de ese acuerdo, las compañías con planes de lanzar satélites los diseñan para que caigan a la Tierra después de 25 años.
Más de la mitad de la población mundial ahora usa Internet, y no debería ser demasiado difícil conectar el resto sin sacrificar el cielo.