Mónica, la glamorosa vendedora de periódicos

Juan David Castilla Arcos. Xalapa. Mónica Adriana Landa Galicia, siempre guapa, muy arreglada y maquillada, llama la atención de transeúntes y conductores que pasan a un lado de su pequeño negocio de periódicos y revistas.

La señora, de 38 años, tiene dos hijas, a quienes ha logrado mantener como vocera en la capital del estado.

Su puesto se encuentra sobre la calle Gutiérrez Zamora, casi esquina con Primo Verdad, en el centro de la ciudad, desde hace 14 años.

Mucha gente la conoce. En menos de diez minutos, cinco o seis personas pasaron lanzándole un saludo, incluso, algunas se detuvieron para saludarla de beso.

Su perfume puede olerse a metros de distancia. Su peinado es casi perfecto, a pesar del viento que ondea las páginas de los ejemplares de periódicos.

La mujer, educada y de buenos modales, sonríe a sus clientes en cada compra.

Siempre luce presentable para que su oficio no sea demeritado.

“Yo siempre he dicho que no es demeritorio mi trabajo, siempre lo puedes hacer de la mejor manera, la actitud es la que cuenta”.

Su madre le inculcó que una prenda remendada, pero limpia, hace la diferencia.

“No soy de la idea de que porque vendes periódico tienes que estar sucio. Hay mucha gente que me pregunta (¿por qué estoy tan arreglada?), pero más que otra cosa es porque me siento bien”, comenta.

“A UN SUSPIRO DE DESAPARECER”

Landa Galicia cree que su oficio está “a un suspiro de desaparecer”.

Sus ventas han caído de manera significativa, pues si antes le compraban 30 ejemplares en un día, sus clientes ahora solo se llevan diez.

“Nos estamos quedando sin trabajo, tanto ustedes como periodistas, nosotros como vendedores de, pero sí cada vez desaparecen mas periódicos”.

Muchos de sus clientes acostumbran leer el periódico impreso y se rehúsan a hacerlo en una versión digital.

Sin embargo, las empresas periodísticas continúan desapareciendo.

Recientemente, cerró el periódico AZ, un medio de comunicación que operó durante decenas de años.

“Han cerrado muchos, el grillo jarocho, los semanales, Marcha, Crónica de Xalapa, Oye Veracruz”.

A su juicio, solo quedan en operación siete  periódicos locales.

Sin embargo, las empresas distribuyen sólo uno, dos o tres ejemplares en cada puesto de revistas.

“De Imagen me tren dos ejemplares, del Dictamen me llega uno, entonces con eso tenemos que subsistir”.

DEVOLUCIONES

Mónica recuerda que los dueños de los periódicos han emprendido estrategias, ante la baja de ventas de sus ejemplares.

El Diario de Xalapa y La Jornada Veracruz son los más vendidos.

Sin embargo, en un día suelen venderse solo 15 periódicos.

La vocera ha tenido que devolver hasta diez ejemplares porque no se vendieron.

“Afortunadamente ya hay devoluciones, antes nos quedábamos con todo eso, no vendías y era tu pérdida, venías a trabajar casi para ellos”.

La Revista Proceso también era una de las más vendidas, sobre todo durante los domingos.

“Dejó de venderse porque ya está su versión digital, porque te suscribes y por una mínima cantidad, ya te está llegando la noticia diaria”.

Anteriormente, se distribuían 50 ejemplares de Proceso en el puesto de Mónica. Incluso, se vendían todas y se pedían más.

“Ahorita vendemos diez, vendemos 15, date cuenta del porcentaje tan amplío de las revistas que se quedan”.

TVNOTAS, LA REINA DE LOS CHISMES

Mónica Adriana externa su preocupación ante el desplazamiento de las revistas y periódicos por el internet.

Considera que TVNotas es la “reina” de las revistas de chismes; sin embargo, en la actualidad, ni dicha revista se vende.

“Han sido muy dramáticas las estadísticas en cuanto a ventas, no había martes en que no llegaba la gente por su revista de chismes. Ahora la gente ya no tiene esa prioridad”.

Cada ejemplar cuesta 35 pesos, lo que resulta muy elevado para sus lectores.

“La gente dice o como o completo para mi comida o compro el chisme, solamente cuando es día de quincena la gente compra”.

Lo que ha salvado al negocio de Landa Galicia ha sido la venta de colecciones, como de vehículos, motocicletas, relojes, libros y otras.

No obstante, las más económicas, llegan a costar más de 200 pesos y, las más caras, están por arriba de los 350 pesos.

“Es lo que nos está dejando un poquito más de ganancia”, culmina.

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