Yhadira Paredes/Xalapa, Ver.– «No se debe utilizar la figura y el nombre del pobre para todo, pues es un pecado cuando se le quiere usar y hacer un eslogan de él», advirtió el párroco Roberto Reyes Anaya en la homilía de este domingo desde la Iglesia Catedral de Xalapa, ante la ausencia del arzobispo de la Arquidiócesis capitalina, Jorge Carlos Patrón Wong.
El sacerdote católico aseguró que no es la riqueza la que provoca la condenación sino el apego a ella, el egoísmo que se vive, el de quererse sentir bien, necesitar abundancia y vivir la indiferencia hacia los demás.
«Se debe evitar», dijo, «el primero yo, después yo y a lo último yo, el pecado del rico es aquel que nosotros pedimos perdonarnos de pensamiento de palabra, obra y omisión, el pecado del rico fue hacer invisible alguien que era visible en la puerta de su casa”.
Reyes Anaya señaló que es la indiferencia la que nos priva del reino de los cielos, porque aleja de nosotros la generosidad.
“Pero tampoco quiere decir que el pobre, por ser pobre llegará al cielo, sino también como vive su pobreza, no es la pobreza en sí, Jesús en muchas ocasiones dijo bienaventurado los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”, sostuvo.