Ariadna García, Xalapa, Ver.- La secretaria ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (Sipinna) en Xalapa, Mercy Esther Pérez Arévalo, afirmó que el problema del trabajo infantil o de niñas y niños que están en esta condición obedece a una violencia estructural.
«A un proceso histórico en donde las niñas y los niños provienen de lugares, de familias evidentemente con necesidades económicas, con bajos recursos, en situación de pobreza o pobreza extrema, además de condiciones de violencia en las cuales las niñas y los niños se encuentran».
Explicó que según los análisis que se han realizado desde hace algunos años y en la atención de esta población, también se reconoce que la mayoría de los hogares de muchos de los niños son jefaturados por mujeres únicamente, que tienen también una cultura establecida de la calle y del espacio público.
«Y evidentemente esto también tiene un impacto en niños que asisten poco a la escuela, la mayoría se está buscando que asista a la escuela, pero tenemos un porcentaje importante de niños que no asisten a la escuela, que ya no ven en este proceso educativo como forma de vida, sino que solamente es la forma de subsistir a través de la venta o de estar en las calles, lo cual es sumamente riesgoso por supuesto».
Así, afirmó que el trabajo infantil es una situación y ejemplo de la vulnerabilidad de niñas y de niños.
Dijo que ha habido una fluctuación de población infantil que se dedica a trabajar, además de que no toda la población que está trabajando en las calles de Xalapa.
«Entonces por ejemplo tenemos una configuración donde un poquito más del 50% es xalapeña, pero tenemos una población como de 23-24% que es de Chiapas, de Oaxaca, de Puebla y de los municipios cercanos o colindantes con Xalapa que ven este como un punto donde pueden vender algún tipo de productos o incluso pedir dinero en las calles».
Explicó que se trata de una dinámica histórica que tiene mucho tiempo arraigada en esta ciudad o en donde convergen todas estas poblaciones infantiles.
«Y ha sido histórica porque inclusive muchos de los niños que están ahorita en esta situación, sus padres estuvieron en esta situación, sus abuelos estuvieron en esta situación entonces trabajar de la mano coordinada ha sido una tarea muy compleja porque todos tenemos ahí cierta responsabilidad sociedad civil la propia sociedad en su conjunto de identificar cuáles son los factores de riesgo».
Otro factor, dijo, es la migración internacional, «que también podemos ver ya poblaciones infantiles que transitan si quieres por Xalapa, pero bueno que al final de cuentas cumplen un rol específico en las calles».
Explicó que la mayoría de los niños trabajadores están vendiendo productos, pues incluso hay un estudio que se realizó en el 2018 con la Universidad Veracruzana y con organizaciones de la sociedad civil donde se identificaba que principalmente lo que las niñas y los niños venden son dulces.
«Entonces es como muy relacionado con su propia dinámica, es la venta de productos de dulces y la otra es el pedir dinero, ya hay cada vez menos niños que en algunos hace unos 10-15 años había un porcentaje mayor de niños que se dedicaban a limpiar parabrisas todavía existen algunos puntos donde algún niño interviene, pero eso es la mayoría ya son jóvenes adultos, entonces la mayoría vende algún tipo de producto».