Sor Juana Inés de la Cruz; ícono de la poesía y referente del feminismo mexicano

Sor Juana Inés de la Cruz nació en 12 de noviembre de 1651 en San Miguel de Nepantla, Estado de México, fue una de las más destacadas figuras de las letras de nuestro país. También conocida como “la Décima Musa Mexicana” o “el Fénix de América”, fue autora de obras dramáticas barrocas como “Amor es más laberinto” y “Los empeños de una casa”.

Joven brillante, culta y admirada, su poesía ingeniosa, elocuente y expresiva, la convirtió en la personalidad más destacada de las letras novohispanas del siglo XVII. La pasión de Sor Juana fue notoria desde sus primeros años de vida, a los tres años ya sabía leer y a los siete pedía que la mandaran a la Universidad.

En 1656 tras la muerte de su abuelo, su madre envió a Sor Juana a la capital a vivir a la casa de su hermana, María Ramírez, esposa del acaudalado, Juan de Mata. Fue allí donde ella comenzó sus estudios de latín y a ahondar en autores clásicos romanos, griegos y españoles.

En 1664 la poetisa ingresó a la corte como dama de compañía de la virreina, Leonor María Carreto, marquesa de Mancera, lo que ayudó a su formación humanística. Pero a los tres años, cansada de la vida de cortesana, optó por ingresar al convento de San José de las Carmelitas Descalzas, ya que era la única opción que tenía una mujer para poder dedicarse al estudio.

Luego de unos meses en la orden de Carmelitas Descalzas, se marchó e ingresó como novicia al convento de San Jerónimo de la ciudad de México, donde comenzó a desarrollar su obra escrita y permaneció el resto de su vida.

El 24 de febrero de 1669 tomó los votos definitivos y se convirtió en Sor Juana Inés de la Cruz.

En el convento escribió la mayor parte de su obra y alcanzó la madurez literaria. La escritora compuso gran cantidad de obras teatrales, entre sus comedias más destacadas se encuentra “Los empeños de una casa”.

El primer libro publicado por Sor Juana Inés de la Cruz fue “Inundación Castálida”, en el que reunió una buena parte de su obra poética, fue publicada en Madrid, mucho antes que en la Nueva España.

En la poesía de Sor Juana hay numerosas y elocuentes composiciones profanas de tema amoroso, como los sonetos que comienzan con «Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba» y «Detente, sombra de mi bien esquivo».

Sor Juana empleó las redondillas para disquisiciones de carácter psicológico o didáctico en las que analizaba la naturaleza del amor y sus efectos sobre la belleza femenina, o bien defiende a las mujeres de las acusaciones de los hombres, como en la célebre: «Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpáis».

Sor Juana Inés de la Cruz, cuyo nombre de nacimiento era Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, falleció el 17 de abril de 1695, a los 43 años. Se dice que fue víctima de una epidemia surgida dentro del convento, pero no se han encontrado evidencias claras sobre las enfermedades en la Nueva España en aquellos años, por lo que se cree que pudo deberse a un brote de cólera o tifoidea.

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