Activistas feministas no deben olvidar la historia del movimiento: investigadoras
Redacción/Xalapa. Académicas e investigadoras de la Universidad Veracruzana (UV) analizaron el movimiento feminista desde diversos enfoques dentro del conversatorio “Luchas invisibles”, realizado el 2 de marzo por estudiantes de la Maestría en Estudios de la Cultura y la Comunicación (MECC).
En este evento que se transmitió a través de la página de Facebook del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC), participaron Estela Casados González, catedrática de la Facultad de Antropología; además de Dora Cecilia Sánchez Hidalgo Hernández y Bárbara Valdés Benítez, del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S). La moderación estuvo a cargo de Elsa Maile Gutiérrez Landa, alumna de la MECC.
Bárbara Valdés expresó que todas las personas, independientemente de su género, deben ser feministas, y desarrollar una mirada del entorno que esté permeada por este movimiento.
“El feminismo nos ha hecho ver que la violencia por la que atraviesa México y el mundo no es natural”, enfatizó.
Todas las mujeres han sido patriarcales en ciertos momentos, como al estar dentro de una relación o al asumir un puesto de poder, y ante ello es necesario mantener una autocrítica permanente para evitar reproducir un mandato de masculinidad.
La investigadora destacó cómo algunas madres de víctimas de feminicidio han manifestado su duelo por medio de la lucha y la exigencia, lo que representa una gran lección, porque, aunque saben que sus hijas no volverán, para ellas es vital la reparación del daño.
Por ello es de suma importancia que los hombres se comprometan e involucren con estos reclamos, ya que de esta forma podrán descubrir los estragos que el patriarcado deja en sus vidas.
Cecilia Sánchez y Estela Casados
Cecilia Sánchez aseguró que cada vez que surgen movimientos que empujan hacia la vanguardia, la apertura, la libertad y los derechos humanos, aparecen fuerzas conservadoras que tratan de coaccionarlos.
Cuando estas reacciones tienen lugar, generalmente van acompañadas por un discurso radical en el que se puede identificar un amplio abanico de niveles de violencia.
La investigadora manifestó que es fundamental que las académicas estén pendientes de la parte política y estratégica de las activistas feministas, ya que dentro de su lucha ha habido mejoras y retrocesos a lo largo del tiempo.
Aseguró que eventos como la protesta ocurrida el 8 de marzo de 2020 han logrado que muchas personas hicieran conciencia que afuera existía un problema, y que tenían un espíritu feminista.
Estela Casados comentó que quien no conoce la historia está obligado a repetirla, y que las feministas que olvidan la labor de sus antecesoras se condenan a menospreciar los hechos actuales del movimiento.
En Xalapa desde 1970 había activistas que promovían la despenalización del aborto, y en la primera década del siglo XXI se realizaron marchas y manifestaciones por los derechos de la mujer que aglutinaron a una multiplicidad de actores sociales muy interesantes, entre los que había hombres, gente de la tercera edad, personas con discapacidad e incluso niños.
Aunque algunas de estos eventos ocurrieron en la noche, cumplieron con su principal objetivo: enviar un mensaje claro a la sociedad.
La académica celebró que hoy día el feminismo se divulgue a través de muchas plataformas, y destacó que una revista tan emblemática y prestigiosa como La Palabra y el Hombre les diera voz a las mujeres en su último número, y abriera una ventana para difundirlo.