Boxeadora argelina con problemas de testosterona gana pelea en 46 segundos

La boxeadora argelina, Imane Khelif, tuvo un enfrentamiento en los Juegos Olímpicos de París 2024, ganando su encuentro a los 46 segundos, luego de que su rival, la italiana Angela Carini se retirara por un golpe en la nariz. La presencia de Khelif ha sido polémica, pese a haber nacido mujer, en redes sociales la acusan de ser transgénero por sus niveles de testosterona.

Durante su combate de este jueves 1 de agosto apenas intercambiaron golpes, aparentemente, la careta de protección de la italiana se desajustó en dos ocasiones antes de que decidiera retirarse, luego se negó a estrechar la mano de Imane Khelif, rompió en llanto y bajó del cuadrilátero.

Posteriormente, en entrevista, la italiana declaró que abandonó la pelea a causa del dolor intenso que sentía en la nariz tras los primeros golpes, señaló una mancha de sangre que tenía en su pantaloncillo, aclaró que el no haber estrechado la mano de su rival no era un acto político.

“Sentí mucho dolor en la nariz, y con la madurez de una boxeadora, dije ‘hasta aquí’, porque no quería, no podía terminar la pelea”, señaló la italiana.

Carini señaló que ella no está calificada para juzgar a Khelif o si debería competir, no tuvo problema en enfrentarse a ella a pesar de su problema de testosterona.

No estoy aquí para juzgar a nadie, (…) si un deportista es así, no me corresponde decidir si en ese sentido está bien o no. Yo solo hago mi trabajo como boxeadora. Subo al ring y peleo”.

¿Por qué la acusan de ser trans?

Imane Khelif es una mujer cisgénero, es decir, nació siendo mujer y lo sigue siendo, en el pasado ha sufrido de discriminación por su apariencia y su condición, como ha señalado en entrevistas.

Ella tiene hiperandrogenismo, una condición endócrina que es común entre las mujeres. Esta se define como el exceso de andrógenos u hormonas sexuales masculinas en la sangre de una mujer, sin que deje de ser mujer.

“Frecuentemente me hacían bullying por mi apariencia, pero me resistí y seguí luchando a pesar de todo”, decía la argelina en 2023.

Previo y posterior a su combate, en redes sociales la acusaron de ser un “hombre biológico”, una atleta trans, e incluso de ser un “hombre participando en el boxeo femenil.”

En 2023, Khelif fue descalificada del campeonato mundial por tener altos niveles de testosterona en su cuerpo a pesar de ser mujer

En los Juegos Olímpicos el boxeo está dirigido por el Comité Olímpico Internacional (COI), no se reconoce a la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), fue declarada elegible para combatir en París al cumplir con todos los protocolos previos a la competencia.

No es el único caso, ya que el COI permite que Khelif, así como la doble campeona mundial taiwanesa Lin Yu–ting, puedan competir. Esta última perdió su medalla de bronce en los Mundiales del año pasado al no cumplir el mismo criterio de que sufrió la argelina.

Se trata de personas reales. (…) Han competido y siguen compitiendo en la competición femenina. Han perdido y han ganado contra otras mujeres a lo largo de los años”, declaró Mark Adams, portavoz del COI.

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