Cambios de rumbo provocan esperanza e ilusión en Luis de Tavira

Juan Carlos Castellanos C. (Corresponsal). Guanajuato, 11 de octubre/Notimex. El inminente relevo en los altos mandos políticos en el país genera en el director teatral, dramaturgo, pedagogo y ensayista mexicano Luis de Tavira “mucha esperanza e ilusión”, por eso, espera que se cumpla todo el anhelo que los mexicanos volcaron al acudir a votar en las recientes elecciones, dijo a Notimex.

Autor del libro Hacer teatro hoy, el maestro De Tavira sentenció que más allá de lo que signifiquen o puedan significar esos cambios, lo que se mantiene vigente en el país es que “se sigue haciendo teatro, y realizando y celebrando el Festival Internacional Cervantino; lo que vivimos es una batalla decisiva entre civilidad y barbarie”.

Entrevistado en el marco de la ceremonia de inauguración del XLVI Festival Internacional Cervantino (FIC), anoche en el Teatro Juárez de esta ciudad, el experimentado hombre de teatro anotó más adelante que la cultura debe ser entendida cabalmente, debido a que “no es un lujo burgués ni una manifestación folclórica que pueda convertirse en una mercancía turística”.

Para De Tavira, la cultura y el arte son la concepción de la conciencia, la reunión que funda la solidaridad. Lo que sea que vaya a ser el futuro de México, dijo con voz serena y bien timbrada, pasa por la cultura. “Esta crisis es, ante todo, de cultura, porque lo que estamos sintiendo como profunda amenaza, es la pérdida de los valores de la comunidad como civilización, como humanidad”.

Explicó que la misión del arte es otra también, y lo explicó viendo al pasado. “Antes, se decía que había que aprender a tener miedo para poder sobrevivir; hoy, nuestros jóvenes están doctorados en el miedo y el terror, por eso, lo que hay que aprender es la esperanza, pero, ¿dónde podemos encontrar los fundamentos de la esperanza?”, se preguntó el maestro.

Con la experiencia de los años y con el acervo cultural e intelectual que lleva sobre sus hombros, el mismo Luis de Tavira se respondió, evidentemente tajante y notoriamente convencido: “En el alto compromiso que nos sustenta como sociedad y como cultura, y en ese sentido, no debemos perder de vista que la democracia es un fruto de la cultura”.

Reconoció, sin embargo, que un problema tan grande y tan complejo, tan arraigado y tan profundamente posicionado como la falta de una adecuada política cultural nacional, no se puede resolver con medidas simples. “El gran error ha sido responder con estrategias de una gran simpleza demagógica a problemas que inmensamente complicados y multifactoriales”.

Luis de Tavira recibió la víspera la Presea Cervantina de manos de María Cristina García Cepeda, Secretaría de Cultura federal, por la brillante carrera que ha realizado a lo largo de más de medio siglo de trabajo constante y fructífero. El reconocimiento consiste en una escultura, de pequeño formato, realizada por el artista plástico Vicente Rojo.

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