Colombia revela avances de investigación sobre red narcotraficante
Bogotá, 24 de febrero/Notimex. La Policía Nacional y la Fiscalía General de Colombia lograron identificar, en el marco de la “Operación Bilker”, la red de narcotraficantes que sacó 500 kilogramos de cocaína pura desde el aeropuerto de esta capital hacia Londres, en un lujoso jet privado.
La “Operación Bilker”, que adelantan la Policía Nacional y la Fiscalía General, esclareció “el envío del cargamento de droga conocido el 29 de enero del presente año con destino a Europa”.
Según un reporte de la investigación, cinco personas fueron capturadas en el Eje Cafetero (occidente), en Bogotá y en Bucaramanga, en el nor-oriente del país. Estas detenciones se suman a las de cinco extranjeros capturados el día de la incautación en Londres.
La indagación que fue adelantada de manera articulada con la NCA (National Crime Agency) de Reino Unido, permitió desmantelar la organización narcotraficante que envió 500 kilogramos de cocaína de Bogotá hacia Londres, el cual fue incautado por las autoridades británicas.
Unidades de la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional y la Fiscalía General capturaron a cinco personas por su presunta relación con este hecho, cuya investigación se inició con el decomiso de la droga en el Aeropuerto Farnborough, situado 50 kilómetros al sur de Londres.
El 29 de enero pasado, tras la inspección al vuelo chárter tipo jet bombardier Global Express, de matrícula OE-IEL y operado por la empresa austriaca Tyrolean Jet Services, fueron capturados los hermanos británicos Martin James Neil y Stephen John Neil; los españoles José Ramón Miguelez Botas y Víctor Franco Lorenzo, y el italiano Alessandro Iembo (chef), vinculados a organizaciones narcotraficantes de España, Reino Unido e Italia.
A partir de ese momento, señaló el informe, los agentes colombianos y de la NCA empezaron a reconstruir paso a paso toda la operación delictiva.
Lograron establecer inicialmente que el pasado 25 de enero, mediante correos electrónicos, la empresa Central Charter, inició los trámites para el arribo de la aeronave a Colombia, procedente de Inglaterra.
Esta compañía presta los servicios de chárter VIP, hangar, suministro de combustible, mantenimiento y trámites de migración y de aduana en el aeropuerto internacional El Dorado, en la capital colombiana.
Un día después, “un hombre identificado como Jesús María Hurtado Ríos, presunto integrante de la organización narcotraficante, inició las diligencias para alquilar tres camionetas con la empresa Launy Arrendamiento Blindados Ltda.”.
Hurtado Ríos, a su vez, subcontrató “el servicio de dos de los vehículos a otra empresa con sede en Medellín. Los vehículos rentados estaban identificados con las matrículas ZYO-569, MTY-950 e IXL-783”.
De acuerdo con la Fiscalía de Colombia, “se pudo determinar que los automotores fueron utilizados con el fin de evadir los controles de las autoridades, por tratarse de vehículos blindados”.
Los investigadores determinaron que el mismo 25 de enero un hombre identificado como «Ricardo Gómez» se desplazó “hasta un almacén de prendas de uso privativo de la Fuerza Pública, ubicado en la localidad de Fontibón, en el occidente de Bogotá. Allí compró un uniforme de Policía con botas, heráldicas, gorra, presillas y otros accesorios».
En el transcurso de la investigación aparecieron también los nombres de “Walter de Jesús Arias Arango, Jairo Hernán Salazar y Alexánder Arias Arango, este último operador tercerizado de varias empresas de chárter en el aeropuerto El Dorado. Los tres hombres fueron los encargados de recoger las camionetas blindadas y de facilitar la logística para la ejecución del ilícito”.
“Gracias a los registros de GPS o ubicación satelital y mediante la utilización de tecnología de punta, se identificaron los recorridos de los vehículos, los cuales, el 26 de enero, hicieron una parada en una zona comercial del centro de Bogotá, donde efectuaron coordinaciones delictivas para la ejecución del envío de droga”, añadió el reporte oficial.
Horas después, “los vehículos partieron del centro de Bogotá con rumbo al aeropuerto El Dorado para recoger a los pasajeros extranjeros del vuelo chárter, que se hicieron pasar por exitosos empresarios”.
Por la noche, “todos partieron hacia la plataforma de Central Charter (…) A esta escena se sumó un hombre identificado como Carlos Arturo Muñoz, quien sería otro de los cerebros logísticos y financieros de la operación delictiva. Este hombre está vinculado al mundo de las esmeraldas”.
La noche del 26 de enero arribaron “en el vuelo chárter los cinco ciudadanos extranjeros que traían 12 maletas, los cuales fueron llevados en una de las camionetas hacia un reconocido hotel situado sobre la avenida El Dorado, donde se hospedaron”.
El 27 de enero, dos de las camionetas “se desplazaron hacia una bodega en Fontibón donde, se presume, fueron cargadas con los 500 kilogramos de Clorhidrato de cocaína. La bodega fue allanada el pasado 5 de febrero”.
Un día después, el 28 de enero, “se reunieron varios de los presuntos integrantes de la organización en el centro de operaciones. Uno de ellos llegó acompañado de otro individuo, sin identificar, que llevó un perro, el cual fue utilizado para que acompañara al falso policía que se había identificado como ‘Ricardo Gómez’, durante la supuesta inspección dentro del hangar de Central Charter”.
El falso policía ingresó junto al canino en un vehículo particular de propiedad de los implicados a Central Charter, autorizado por una mujer identificada como Luz Dary Espitia Garzón, jefe de operaciones de esa empresa y quien, al parecer, habría realizado coordinaciones para el acceso del falso uniformado.
Después “dos de las camionetas blindadas partieron con las maletas contaminadas hacia el hangar y lograron entrar a la plataforma sin autorización e infringiendo las normas de seguridad del aeropuerto”.
Las investigaciones lograron determinar también que esta organización narcotraficante sería la misma que ejecutó una operación similar el pasado 8 de diciembre, sin ser detectada desde Bogotá hacia Europa.