Crearán libro blanco de la animación iberoamericana

Tenerife, 08 de abril/Notimex. Tras la realización de la primera edición de los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana, el siguiente proyecto con esta industria es la generación de un libro blanco que pueda aportar datos reales de la misma en toda la región, afirmó el coordinador general de los galardones, José Luis Farias.

En entrevista con Notimex, Farias indicó que se embarcará en este nuevo proyecto para poder tener datos reales de la animación iberoamericana y ya no solamente «sensaciones o juicios cualitativos del talento si no también una foto real de la producción que se está dando.

Asimismo, del empleo que está generando y en sí, todas las implicaciones que tiene la industria de la animación en Iberoamérica.

Para Farias, los Premios Quirino nacieron realmente como una plataforma, y aunque es una cita anual «y esperamos envejecer con estos galardones», se ha creado para estructurar y para ayudar a toda la industria iberoamericana de la animación.

Por eso, acotó, hay varios proyectos que van a estar saliendo al cabo del año, y constantemente hay actividad, mercados, actualizaciones de la página web y otros proyectos en paralelo.

Ayer sábado tuvo lugar en Tenerife, isla española frente a las costas de África, la gala de la primera edición de los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana y la película mexicana “Ana y Bruno” dirigida por Carlos Carrera ganó en la categoría a Mejor Largometraje de Animación.

El productor de «Ana y Bruno», Pablo Baksht, recogió el galardón en el Auditorio de Tenerife «Adán Martín», obra del arquitecto Santiago Calatrava Valls, y manifestó su satisfacción y alegría por el premio a una película que definió como «una en un millón».

«Es una historia excepcional, es una historia de esas que te encuentras una en un millón, y además ha gustado mucho», resaltó Baksht.

El coordinador de los Premios Quirino, José Luis Farias, aseguró que la decisión en favor de «Ana y Bruno» y en general en todas las categorías que se crearon fue bastante unánime.

Recalcó que el proceso fue interesante porque el perfil de los jurados era bastante diverso «con grandes creadores, con grandes productores, y también con distinta variedad de visiones, de países y de forma de trabajar».

Sin embargo, aseguró, todos estuvieron muy satisfechos con las decisiones finales, no hubo ningún premio polémico, pero es que había calidad como para identificar bien cuáles eran los proyectos ganadores.

En la creación de estos primeros Premios Quirino hubo gran participación de México y en esta edición estuvo presente José Iñesta, director de Pixelatl y quien presentó a los asistentes un análisis de la situación actual de la animación del país azteca.

Al respecto, Farias destacó que México es una gran productora de talento, que aparte lo ha estado exportando durante mucho tiempo a Estados Unidos y de hecho se han tenido que ir a ese país muchos de los creadores mexicanos.

Sin embargo, dijo, ahora se está viendo cómo hay unas ganas de hacer contenido propio con una identidad propia y eso es lo que se ha destacado aquí.

«México es un país muy muy bien representado en los Premios Quirino, debido a la producción, pero también a la originalidad de las obras», afirmó.

Al hacer hincapié en que representantes mexicanos han trabajado desde el primer momento en lograr los Premios Quirino de la Animación Iberoamericana, aseveró que «los galardones tienen un cachito de México en el corazón desde el principio y en el ADN».

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