Criptografía previene acciones ilícitas en comercio con monedas electrónicas

México, 25 de marzo/Notimex. Los avances en criptografía impiden vulnerar los esquemas de seguridad en las transacciones con criptomonedas y, aunque supone el anonimato, la existencia de una base de datos en la nube conocida como “blockchain” permite identificar todos los intercambios de compra-venta y así prevenir acciones ilícitas como el lavado de dinero o tráfico de animales.

En México el uso de dinero virtual y digital está aún en sus fases iniciales, pero en países como Japón, Corea del Sur y China su uso es tan frecuente, que al menos estas dos últimas naciones cuentan con leyes que regulan el uso de dinero de este tipo entre los ciudadanos, tiendas y casas de cambio. Japón es el país más involucrado en el mundo de estas monedas.

El poco uso de las criptomonedas en el país no sólo responde al desconocimiento en temas financieros y de inversión, sino también a la desconfianza cibernética, ya que varias casas de cambio han sido hackeadas en los nueve años de historia que tiene el Bitcoin, la criptomoneda más popular y antigua de las más de mil 500 que existen hasta el momento en el mercado.

Especialistas en criptografía y seguridad informática consideran que la discusión de una posible regulación de este sistema, se centrará en el pago de impuestos que implican estas transacciones y aseguran que irá en aumento porque, a diferencia de las monedas comunes, no existe un control centralizado, es decir, operan de forma independiente con respecto a bancos y gobiernos, pero pueden ser intercambiadas y operadas como cualquier otra divisa fiduciaria.

Al respecto, Francisco Rodríguez Henríquez, investigador del Departamento de Computación del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) explicó a Notimex el funcionamiento de esta moneda y sus sistemas de seguridad, cuyos componentes son provistos por la criptografía y el cómputo distribuido.

En el caso de la criptografía, se utiliza el paradigma conocido como criptografía de llave pública, en el cual a cada usuario en el sistema se le asigna una pareja de llave pública y privada que sirven para que los usuarios puedan realizar transacciones en el sistema.

El otro concepto importante en la seguridad del sistema, mencionó, está constituido por una base de datos conocida como “blockchain” que se coloca en la nube para que todos los usuarios puedan acceder a ella.

El doctor en Ingeniería Eléctrica y Computacional del Instituto Politécnico Nacional (IPN) detalló que para invertir en esta tecnología es necesario contar con billeteras (wallets, su nombre en inglés), ya sea de software o de hardware, las cuales son billeteras virtuales o aplicaciones que se encargan de gestionar la compra y venta de la moneda de manera transparente para el usuario.

Una de las funciones iniciales de wallet, es generar una pareja de llave pública/privada para el usuario, la primera puede ser compartida en la red sin riesgo de su seguridad; mientras que la segunda debe mantenerse en el más estricto secreto, pues el modelo de seguridad del sistema establece que sólo el legítimo dueño de la llave privada puede tener acceso a ella.

De manera general, el protocolo para realizar una transacción comercial funciona de la siguiente manera: Cuando el comprador le manifiesta al vendedor un interés de comprar una determinada mercancía, la aplicación billetera del vendedor publica una dirección de depósito la cual es derivada a partir de la llave pública del vendedor.

Entonces la aplicación billetera del comprador utiliza la llave privada de éste para firmar digitalmente la dirección de depósito generada previamente por el vendedor. Por último, y con el propósito de que esta transacción no pueda ser repudiada por ninguna de las partes, se procede a registrar dicha transacción en la “blockchain”.

La criptografía proporciona a la criptomoneda identidades y firmas encriptadas, es decir, que vuelven incomprensible o ilegible la información considerada importante. Todo aquello que esté encriptado, solamente puede leerse aplicando la clave como medida de seguridad para almacenar o transferir información. Esto hace que terceros no tengan acceso a la moneda virtual.

Existen opciones para la compra-venta de estas monedas, y la más común es una cuenta en un bróker, que es como utilizar una banca electrónica en una casa de cambio; y una más es obtener una billetera de software de sitios relacionados con Bitcoin u otras criptomonedas. En este caso, aunque las llaves públicas y privadas del usuario estarán bajo el resguardo de una casa de cambio

Rodríguez Henríquez experto explicó que en el “blockchain” se encuentran almacenadas de manera ordenada y con marcas de tiempo, todas las transacciones realizadas desde la puesta en marcha del sistema de pagos Bitcoin en enero de 2009. Con ello, se evita que alguna persona quiera gastar más de una vez una moneda electrónica, así como modificar transacciones ya realizadas.

Respecto a legislación, existe por ejemplo en China regulaciones. Una de las agencias miembro del Ministerio de Seguridad Pública, es la instancia que supervisa las actividades comerciales vinculadas a este tipo de dinero, aunque estas estén fuera de esa nación.

En México, existen comercios, restaurantes, hoteles y algunas empresas que aceptan criptomonedas, además de que existen casas de bolsas y empiezan a surgir plataformas como eToro, cuya vocera, Tali Salomon, dijo a Notimex que en México es importante “trabajar en el cambio de mentalidad y la aceptación de dejar de utilizar el dinero en papel”.

Dijo que en la legislación mexicana este tipo de monedas son consideradas como activos y que la nueva Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, denominada Fintech, busca establecer todo un conjunto de normas para ofrecer mayor certeza jurídica a usuarios de servicios financieros a través de plataformas digitales.

Asimismo, sentar las bases para la adecuada competencia entre estas nuevas empresas tecnológicas y las instituciones bancarias y financieras tradicionales.

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