Juan David Castilla Arcos. Xalapa. El joven David Fernández Demeneghi ha llevado la cena de navidad a niñas y niños que nunca en su vida habían podido acceder a ella.
Sus familias están asentadas en colonias marginadas, ubicadas principalmente en la periferia de Xalapa.
David tiene 25 años y, durante 10 de ellos, ha emprendido actos de altruismo para ayudar a quienes menos tienen.
A sus 16 años tuvo una experiencia que marcó su vida y que, cada vez que recuerda, casi llora de felicidad y satisfacción por haber ayudado a alguien que lo necesitaba.
“De repente, íbamos a sus casas, días antes de noche buena (24 de diciembre) y veíamos que no tenían nada”.
En una de esas visitas, se topó con una pequeña de ocho años que ni siquiera sabía lo que es la cena de navidad.
“Le dije a su mamá: oye mamá por qué dicen que la cena de navidad, ¿qué es eso?, yo tenía como 16 o 17 años, yo no sabía qué decirle y la señora le dijo: mira hija, las personas que tienen dinero se juntan el 24 para 25 de diciembre y cenan y se dan regalos”.
Fue la primera vez que la menor pudo tener una cena de navidad con su familia, en la colonia Las Torres, en la zona de Lomas del Sumidero.
“Me marcó mucho esa parte, porque a lo mejor lo habían vivido pero nadie les decía”.
EL VALOR DE LA NAVIDAD
A partir de ese momento, apreció aún más la importancia de la navidad, de vivir un momento en armonía con sus seres queridos, dejando a un lado cualquier diferencia con cualquiera de ellos.
“A veces tú te quejas de qué vas a una cena con alguien y que van tus primos y te caen mal, van mis hermanos y no me llevo con ellos. No te das cuenta de todo lo que disfrutas sin pedirlo”.
Fernández Demeneghi siempre ha formado parte de grupos de jóvenes religiosos, con quienes se ha coordinado para apoyar a la gente.
“La educación católica que nos dieron en casa la fuimos arrastrando a todo este tipo de ayuda”.
Su formación es católica. Su familia siempre ha sido cercana a la Iglesia.
“Somos grupos de jóvenes católicos, pero por cuestiones de trabajo no nos podemos reunir como antes”.
CARTAS AL NIÑO DIOS
Uno de sus amigos, lo invitó a sumarse a la campaña “Cartas al Niño Dios”.
Lo anterior, se llevó a cabo en Casa Conecalli, donde cada niña o niño entrega una carta para solicitar juguetes o lo que más necesiten.
Cada carta es repartida por los jóvenes a personas que están dispuestas a ayudar y hacer feliz a un niño.
“Las cartas se nos acabaron entre los amigos de Facebook, redes sociales, nos movimos, nos dijeron que estaba bien padre la iniciativa”.
Allí, fueron entregados los juguetes a 26 menores, durante el 16 de diciembre.
Las mismas acciones se repitieron en la Casa del Niño Xalapeño.
David comenta que lo más gratificante del altruismo es observar la sonrisa de quienes no tienen familia y se sienten abandonados.
