Descartan autoridades chilenas viajar a La Haya por fallo

Santiago, 30 de septiembre/Notimex. En una decisión que llamó la atención de analistas locales, el gobierno chileno descartó enviar una misión de alto nivel a La Haya para presenciar mañana lunes el fallo de la demanda boliviana en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Mientras la delegación boliviana estará encabezada por el presidente Evo Morales y el canciller Diego Pary, la chilena será liderada por el agente ante la CIJ, Claudio Grossman, ya que el mandatario Sebastián Piñera y el canciller Roberto Ampuero estarán en Santiago.

Se espera que las autoridades del Ejecutivo lleguen al presidencial Palacio de La Moneda a presenciar la lectura de la sentencia por televisión en uno de los salones.

La misión boliviana que presenciará la lectura del fallo este lunes, en el Palacio de la Paz, estará integrada por unas 30 personas, entre ellas el exmandatario Carlos Mesa (2003-2005), dos ministros y los titulares del Senado y la Cámara de Diputados.

Grossman señaló a periodistas este domingo en La Haya que «uno está con expectación, pero muy tranquilo. Todo lo que había qué hacer se ha hecho y, como dijo el presidente (Sebastián Piñera), estamos tranquilos porque el tratado de 1904 estableció el dominio a perpetuidad de los territorios disputados».

Puntualizó que «desde el punto de vista del derecho internacional, aquí no hay obligación de resultado y esperamos la aplicación del derecho internacional» por parte de la CIJ en el caso de la demanda boliviana para conseguir una salida soberana al océano Pacífico.

«Hoy y mañana no hay ni un milímetro de territorio de Chile que dejará de ser chileno», recalcó Grossman, en alusión a la pretensión boliviana que se negocie su salida al mar, la cual Bolivia perdió con esta nación sudamericana en la Guerra del Pacífico (1879-1883).

En cuanto a la ausencia de Ampuero en la ceremonia de lectura del fallo, el agente chileno ante la CIJ que «ésto es así, lo extraordinario es que vengan personas que no sean los agentes del caso», en el caso de Chile Grossman y el coagente y embajador en Estados Unidos, Alfonso Silva.

El sábado, en una actividad en la Región de Antofagasta, la cual era boliviana hasta antes de la Guerra del Pacífico, Piñera aseveró que Morales «habla mucho y no siempre de forma consistente», tras lo cual recordó que los dos países firmaron un tratado de paz y amistad en 1904, donde se fijaron los límites.

«Antofagasta ha sido, es y va a seguir siendo chilena», recalcó el mandatario chileno, quien puntualizó que su gobierno mantendrá un «diálogo abierto, pero por supuesto cumpliendo y exigiendo el cumplimiento de los tratados».

La CIJ dará lectura mañana lunes en el Palacio de la Paz a la decisión adoptada por los 15 jueces que analizaron la causa boliviana contra Chile, conocida como «Obligación de negociar un acceso al océano Pacífico».

Bolivia demandó a Chile el 24 de abril de 2013 en La Haya por un supuesto incumplimiento de este país de su «obligación de negociar» una salida al mar.

De acuerdo con el gobierno boliviano, Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia un acuerdo que le otorgue a Bolivia una salida soberana al Pacífico, la cual debe cumplir de buena fe, pronta y formalmente, en un plazo razonable y de manera efectiva.

Chile asegura que las aspiraciones marítimas bolivianas son materias resueltas por el Tratado de Paz y Amistad de 1904, por lo que no existe nada pendiente qué negociar.

Según politólogos, la CIJ puede señalar que no hay obligación alguna de Chile de negociar con Bolivia, que existió una obligación pero este país ya la cumplió, o que existe una obligación chilena pendiente de cumplimiento y deba negociar.

Indicaron que el «peor» de los escenarios para Chile es que La Haya falle a favor de Bolivia y ambos países deban sentarse a negociar de «buena fe», pero la CIJ ya aclaró en su fallo de la Excepción Preliminar que «no le corresponde determinar el resultado de tal negociación», lo que dependerá de la voluntad de las dos partes.

De acuerdo con historiadores bolivianos, la nación altiplánica perdió en la Guerra del Pacífico, en manos de Chile, sus 400 kilómetros de costa y 120 mil kilómetros cuadrados de territorio, lo que en la actualidad corresponde a la región chilena de Antofagasta.

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