Divide en EUA que firmas de tecnología dicten límite a libre expresión

Maurizio Guerrero. Corresponsal. Nueva York, 19 de agosto/Notimex. Las empresas de tecnología juegan un papel cada vez más activo en definir qué tipo de mensajes se difunden en sus plataformas, lo que ha generado división en Estados Unidos sobre su creciente responsabilidad en limitar en la práctica la libertad de expresión.

Este mes, las plataformas de distribución de contenidos de Apple, Facebook, Spotify y YouTube prohibieron que Alex Jones, creador del sitio de difusión de teorías de la conspiración InfoWars, difundir sus falaces mensajes y grabaciones.

Para millones de personas, preocupadas por la influencia de las teorías de la conspiración, los rumores y las falsas noticias en el clima político actual en Estados Unidos, la decisión fue recibida con beneplácito. Jones ha sido un activo promotor de odio y división en el país.

Jones promovió la infame conspiración del Pizzagate, en que vinculó a un restaurante con una red de tráfico de niños apoyada supuestamente a Hillary Clinton; y ha afirmado falsamente que el tiroteo de la escuela Sandy Hook, en que murieron 26 niños de primaria y profesores, fue un montaje.

Sin importar el dolor de los deudos, Jones aseguró que los padres de los niños masacrados en Sandy Hook eran actores pagados, lo que llevó a varios de sus seguidores a montar campañas activas de acoso contra estos individuos, como si fuera poco su pérdida.

Jones además ha sido un ávido impulsor de falsedades calumniosas contra musulmanes, inmigrantes y personas transgénero.

Algunos observadores han apuntado sin embargo que es peligroso que, dado el poder casi monopólico de muchas de las empresas de tecnología que vetaron a Jones, éstas decidan qué es aceptable como “verdad” y qué es “falso”. Eso podría iniciar una tendencia peligrosa para la libertad de expresión.

Las empresas se han escudado en que Jones violó su políticas al promover un “discurso de odio”, un concepto que resulta difícil de definir y de aún más complicada aplicación.

Steve Coll, director de la escuela de periodismo de la Universidad de Columbia, escribió en la revista New Yorker de esta semana que el público debe “ser cauteloso de celebrar cualquier instancia de censura, especialmente de parte de opacas corporaciones”.

“Las prácticas que marginan a la derecha no convencional también marginarán a la izquierda no convencional. En estos tiempos inestables, el país necesita más voces nuevas, no menos”, advirtió Coll.

El debate, centrado en genuinos argumentos sobre la responsabilidad en torno a la libertad de expresión, fue retomado este sábado por el presidente Donald Trump a fin de reforzar la visión de que los medios y las plataformas de comunicación están contra su agenda política.

“Las redes sociales discriminan totalmente a las voces republicanas/conservadoras”, aseguró Trump en su cuenta de Twitter. Añadió: “¿quién toma las decisiones (de remover contenidos), porque puedo decirles que se están cometiendo demasiados errores?”

“La censura es algo muy peligroso y absolutamente imposible de controlar. Si están eliminando las noticias falsas, no hay nada tan falso como (los canales de televisión) CNN y MSNBC, y sin embargo no pido que se elimine su comportamiento enfermo”, señaló Trump.

Los mensajes de Trump fueron emitidos luego de que su canal de televisión favorito, Fox News, abordara el asunto. El tema, la censura supuesta a las voces de la derecha en Estados Unidos, será probablemente usado para movilizar a la base republicana en las campañas de noviembre.

El reto para las firmas de tecnología, sin embargo, no se limita a Estados Unidos ni radica solamente en permitir que mentiras atroces se difundan en sus plataformas. Falsedades en redes sociales han provocado ya la muerte de personas en países como India y en Myanmar.

En India, rumores propagados en julio pasado en la plataforma de mensajes de texto WhatsApp, propiedad de Facebook, provocaron que un hombre fuera linchado por una muchedumbre de 30 personas que lo acusaba de secuestrar niños.

Previamente, cinco hombres fueron linchados en la ciudad de Maharashtra igualmente por rumores que los vincularon sin sustento con traficantes de menores.

WhatsApp inició en India una campaña en los principales periódicos en inglés y en hindi, en que dio varios consejos para detectar mensajes que podrían ser falsos.

Mensajes falsos difundidos en Facebook, mientras tanto, han promovido el odio contra los musulmanes en Myanmar mediante rumores y llamados a la violencia de parte de usuarios.

En abril pasado, investigadores de la ONU condenaron el papel de Facebook como vehículo de “acrimonia, disensión y conflicto” en Myanmar, donde las fuerzas armadas llevaron a cabo desde el año pasado una campaña de “limpieza étnica” contra la etnia rohingya, que practica el Islam.

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