El efecto ecosistémico del sargazo
El aumento del sargazo ha traído consecuencias económicas y ecológicas
México/Notimex. El sargazo es una de las consecuencias del cambio climático, ya que el calentamiento de los océanos provoca una reacción en la macroalga.
Sin embargo, hay otros dos factores que han contribuido a incrementar su presencia en las costas del Caribe.
De acuerdo con Javier Riojas Rodríguez, coordinador de la licenciatura en Sustentabilidad Ambiental de la Universidad Iberoamericana (Ibero), uno «es la contaminación de los océanos por los agroquímicos que vienen de la actividad agrícola en muchas parte del mundo».
“Los desechos o residuos de los agroquímicos, mas bien sirven como nutrientes del alga”, detalló el académico en entrevista con Notimex.
Riojas Rodríguez señaló que otro factor son las corrientes marinas que llevan este sargazo, que básicamente se produce en tales cantidades hacia el sur del continente, en la parte que está entre Brasil y Senegal.
“En esa parte del Océano Atlántico Sur y por las corrientes marinas son arrastradas, son llevadas las macroalgas, llamadas sargazo, hacia el Caribe”.
El sargazo apareció hace poco más de un lustro. Pero ahora, su incremento ha traído consecuencias económicas, pero sobre todo ecológicas.
“Al crecer de manera excesiva en la superficie el sargazo impide la penetración de la luz solar hacia el fondo marino, hacia las partes más superficiales de los océanos; hay muchas especies que requieren de la luz solar, sobre todo especies del fitoplancton marino, para poder crecer, y muchas otras especies de peces o animales acuáticos dependen de ese fitoplancton”, dijo.
Según Javier Riojas “también se ven afectadas las praderas y pastos marinos; a lo mejor suena un poco raro, no es del conocimiento común, pero en algunas partes hay praderas y pastos marinos en el fondo del mar, de las cuales dependen muchas otras especies para su alimentación, incluso para su reproducción”.
Al no haber penetración de la luz solar, añadió, los pastos y praderas marinas no tienen ese elemento para llevar a cabo su fotosíntesis y llegan a morir.
Zonas sin vida en los océanos
“Las zonas muertas que hay en los océanos del mundo, que son más de 200, son aquellas en las que, por el excesivo crecimiento sobre todo de algas, en la superficie desaparece otra forma de vida en las partes bajas y se convierten en zonas muertas porque las algas toman buena parte del oxígeno del agua y se lo roban a otras especies, que viven de ese oxígeno”, subrayó.
La descomposición del sargazo en la costa genera problemas ecológicos. En el proceso, la macroalga libera ácido sulfúrico, que contamina el agua, así como gas metano.
Riojas Rodríguez resaltó que se trata de “un gas también de efecto invernadero, muy importante, que colabora al calentamiento global y el cambio climático, y puede contaminar playas o los sitios en donde se esté llevando este sargazo sin mayor tratamiento”.
De este modo, dijo, “el círculo virtuoso se convierte en un círculo vicioso. Entonces hay una retroalimentación del problema”.
El calor del mar provoca el crecimiento del sargazo, por lo cual en el verano esta macroalga tiene más presencia.
“Es un problema que, como hasta la fecha, es estacional o sus efectos son, sobre todo, estacionales, en la temporada de mayor calor”, explicó.
Por ello, dijo, “después parece como que se olvidó o como que ya no es grave, entonces no se trabaja con la misma intensidad que ahora en la solución o en la prevención del problema, que sería por donde tendrían que empujar las cosas, y por la la mitigación de los efectos”.
“Aunque todavía no estamos en la época de mayor calor, que es en julio y agosto, sí puede generar una crisis mayor”, advirtió el investigador.