Eleva CIDH a 295 la cifras de muertos en Nicaragua
Washington, 25 de julio/Notimex. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) elevó a 295 la cifra de personas que han sido asesinadas en el marco de la violencia derivada de la represión del gobierno y fuerzas parapoliciacas en Nicaragua.
El secretario ejecutivo de la CIDH, Paulo Abräu, mostró a través de su cuenta en Twitter cómo la nueva cifra representa un aumento de más de 300 por ciento respecto a los 76 decesos que se contabilizaron durante la visita que realizó en mayo pasado.
En su informe ante el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), presentado el pasado 11 de julio, la comisión colocó la cifra en 264, anotando entonces que entre los muertos figuraban policías, aunque la mayoría eran civiles.
El gobierno de Nicaragua, que se refiere a los manifestantes como terroristas, rechazó el informe por considerarlo «apurado, prejuiciado y carente de objetividad», y ha rehusado a ofrecer una cifra de muertos, haciendo énfasis en los asesinatos de policías y simpatizantes sandinistas.
En su informe, la CIDH señaló que durante su visita de trabajo pudo determinar que “la violencia estatal ha estado dirigida a disuadir la participación en las manifestaciones y que siguió un patrón común, caracterizado por: el uso excesivo y arbitrario de la fuerza policial, incluyendo el uso de la fuerza letal de manera deliberada y sistemática”.
La violencia se desató desde el pasado 18 de abril, cuando el gobierno reprimió a decenas de civiles que salieron a la calle en Managua para protestar por una nueva ley de pensiones, que eventualmente fue cancelada.
La semana pasada, 21 países votaron en el Consejo Permanente a favor de una resolución con la que la OEA condenó la represión ordenada por el gobierno del presidente Daniel Ortega en contra de los manifestantes.
La OEA se pronunció igualmente a favor de que haya cambios en el calendario electoral, y posibilitar con ello comicios presidenciales adelantados, aunque en una entrevista el lunes Ortega lo descartó, al asegurar que ello generaría inestabilidad en su país.