Leticia Maldonado/Río Blanco, Ver. Desde hace más de 15 días, el Hospital Regional de Río Blanco, atraviesa una de sus peores crisis al haberse descompuesto los elevadores que conectan de manera directa a los pisos de urgencias y maternidad entre otras, dejando así a cientos de pacientes y empleados sin posibilidad de moverse rápidamente.
De acuerdo con una denuncia recibida de manera anónima a esta redacción, se dio a conocer que mientras las autoridades del nosocomio disfrutan del período vacacional de verano, el lugar se cae en pedazos, ya que hay goteras, humedad y otras cosas que no sólo denotan falta de mantenimiento, sino que ponen en riesgo la vida e integridad de los pacientes, toda vez que tampoco se cuenta con los insumos suficientes.
Los empleados comentan que, por la compostura de los 3 elevadores se requiere de la inversión de 28 mil pesos, mismos que aseguran en su queja «se tienen porque se facturan 50 mil de desechables cuando se supone que se deben usar las vajillas y lavarlas».
Adrián Flores Suárez es el administrador del sitio y hasta el momento no ha emitido comentario alguno en torno al tema, en tanto que, su sobrino Bruno Flores Hernández, encargado de recursos materiales tampoco ha dado la cara.
La situación obliga al personal a subir pacientes cargando, embarazadas, adultos y niños que van a quimioterapias por las escaleras.
De las situaciones que se mencionan anteriormente se tienen algunas imágenes como evidencia.
Los quejosos refirieron también que mientras eso sucede, «el administrador anda en España de paseo, porque es protegido del director administrativo Jorge Eduardo Sisniega Fernández».
El llamado de los trabajadores es a la Secretaría de Salud en el estado, y al propio gobernador Cuitláhuac García Jiménez para que detenga la situación y sobretodo se deje de poner en riesgo la vida de cientos de pacientes que diariamente son atendidos en dicho lugar.