En época de calor, la resequedad visual puede ser un problema ¡Toma medidas!
En esta época de altas temperaturas es importante practicar hábitos que contribuyan al mantenimiento de la salud visual señalaron especialistas de los Servicios de Oftalmología del Hospital Juárez de México (HJM) y del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga” (HGMEL).
Advirtieron que las altas temperaturas que caracterizan esta temporada y que se han venido agravando a lo largo de los años producto del cambio climático y del calentamiento global, en algunos casos generan un fenómeno que consiste en la evaporación del líquido lagrimal, lo que puede derivar en cuadros de resequedad de los ojos que se presentan en niveles que van desde leve hasta severo, constituyendo este último un padecimiento extremadamente incapacitante.
Coincidieron en las recomendaciones para disminuir la incidencia de problemas de resequedad ocular hasta 50 por ciento, consistentes en el uso de lentes oscuros con protección contra rayos UV en exteriores, anteojos antirreflejantes en interiores y al operar dispositivos electrónicos como monitores de computadora, teléfonos celulares, tabletas y aparatos similares; de igual forma, es necesario mantener la humectación de los ojos mediante lágrimas artificiales recetadas por un oftalmólogo, aunado al parpadeo consciente.
En el corto plazo, la resequedad de los ojos genera ardor, dolor, sensación de basura y fatiga ocular; a largo plazo puede derivar en un síndrome de ojo seco que puede ser transitorio y durar un tiempo relativamente corto. No obstante, si se tienen factores de riesgo como alergias, condiciones medioambientales cotidianas adversas o predisposición genética, se puede agravar hasta el punto de llegar a un cuadro de resequedad ocular severa que puede requerir tratamientos más invasivos y costosos como la obstrucción de los puntos lagrimales con objeto de que la lágrima dure más tiempo en el ojo.
Adicionalmente, en temporada de calor es importante tener presente que los aires acondicionados o ventiladores no favorecen la adecuada hidratación de los ojos, por lo que es importante complementar las medidas de higiene visual con lágrimas artificiales que prevengan cuadros severos que, además de molestias, son potencialmente incapacitantes y disminuyen la capacidad visual.
Aclaran que quienes presentan enfermedades sistémicas como diabetes mellitus o padecimientos autoinmunes como artritis reumatoide o lupus, tienen mayores probabilidades de desarrollar resequedad ocular y son proclives a generarse úlceras que, dependiendo de la respuesta del paciente, tienden a convertirse en infecciones o incluso en perforaciones de córnea, en un cuadro que se denomina queratitis punteada superficial, que es una inflamación de la córnea cuyos principales síntomas son: enrojecimiento, lagrimeo, fotofobia e incluso disminución de la capacidad visual.
Sugieren también parpadear de forma consciente de manera constante con objeto de favorecer la humectación de los ojos. El parpadeo, ayuda a distribuir mejor en el ojo el líquido humectante y estimula la generación de lágrimas, lo cual deriva en mejor protección ocular.
Indicaron que el uso de dispositivos electrónicos tiende a reducir el número de parpadeos que el ser humano suele tener de forma normal y que es de entre 15 y 20 veces por minuto, por lo que es útil parpadear de forma consciente, al margen de que este reflejo se dé automáticamente como respuesta natural de nuestro organismo.
Aconsejan disminuir el nivel de brillo de los dispositivos electrónicos que se emplean en la vida cotidiana porque, aunque todavía no se cuenta con datos concluyentes, existe la sospecha que la radiación que emiten está asociada a una mayor incidencia de otras patologías como cataratas o retinopatías.