Isabel Ortega. Xalapa. El virtual dirigente del partido Acción Nacional (PAN), Joaquín Guzmán Avilés, se dijo confiado que la detención y orden de aprehensión contra cuatro exfuncionarios de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), no se trata de “cacería de brujas” contra la administración de Miguel Ángel Yunes Linares.
El exfuncionario del bienio panista aseguró que es evidente que el recurso del que hoy se cuestiona su origen, provino de la cuenta bancaria de la entonces Procuraduría General de la República (PGR), por lo que será fácil rastrar de dónde se transfirió, lo que permitirá corroborar que no se trata de dinero ilícito.
En el caso de Bernardo Segura, un juez ordenó prisión preventiva por un año, en lo que se investigan los hechos que se le imputan.
Guzmán Avilés, fue insistente en señalar que es necesario que les den oportunidad de justificar el trabajo administrativo, sin ordenar su detención, “a menos que ya los hayan requerido con anterioridad, para pedir alguna explicación”.
Afirmó no estar preocupado de que se pueda liberar una orden de aprehensión en su contra, pues en su caso todo el dinero que recibió y pago a través de la Sedarpa, se hizo vía electrónica.
En otro tema, descartó a ver negociado con el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez el reparto de magistraturas.
Por el contrario, aseguró, el grupo de Pepe Macha estaba impulsando a Lauro López, pero no lograron imponerlo como candidato, por lo que retó a los panistas a comprobar sus dichos, “el que acusa está obligado a probarlo”.
Afirmó que su relación con Cándido Nicanor Rivera, nuevo magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE), se limita a que lo contrató para impugnar el resultado de la elección interna del PAN, “me prestó un servicio, yo no negocié su inclusión”.