Estudio en Reino Unido atribuye asma infantil a contaminación atmosférica

México., 28 de marzo/Notimex. Un equipo de investigadores de diversos países realizaron un estudio, a través de un nuevo modelo de exposición a los óxidos de nitrógeno (NOx), en el que encontraron que el 38 por ciento de los casos de asma infantil se deben a la contaminación atmosférica y el 24 por ciento a la contaminación procedente del tráfico.

El estudio, publicado en la revista Environment International, asoció los datos de otros cuatro modelos distintos relativos a tráfico, emisiones, dispersión atmosférica y estudio de impacto en salud en Bradford, Reino Unido.

Lo anterior permitió a los investigadores trazar toda la cadena de impacto, desde las fuentes de contaminación del aire hasta las vías por lo que estas impactan la salud de los niños.

Los primeros resultados indicaron que el 38 por ciento de todos los casos anuales de asma infantil en Bradford pueden ser atribuibles a la contaminación del aire, mientras que el 12 por ciento de los casos anuales de asma infantil podrían atribuirse a la contaminación del aire relacionada con el tráfico.

“Sin embargo, sabíamos que nuestro modelo estaba subestimando la fracción de contaminación atmosférica procedente del tráfico. Cuando ajustamos nuestros resultados usando mediciones reales de contaminantes del aire vimos que hasta el 24 por ciento de los casos al año podrían atribuirse a la contaminación del aire relacionada con el tráfico”, explicó el director de la Iniciativa de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud de ISGlobal, Mark Nieuwenhuijsen.

La autora principal del estudio e investigadora de ISGlobal y del Institute for Transport Studies de Leeds, Haneen Khreis, comentó que las tasas de casos de asma infantil en Bradford son más altas que la media del Reino Unido, al igual que los ingresos hospitalarios por urgencias de niños asmáticos menores de 16 años.

“Investigaciones previas de nuestro equipo demostraron que los niños expuestos a altos niveles de contaminación del aire procedente del tráfico tienen un mayor riesgo de desarrollar asma”, subrayó.

Cuantificar el número de casos de asma infantil que son directamente atribuibles a la contaminación del aire relacionada con el tráfico no se había hecho en el pasado y, por lo que ahora con los estudios, demostraron que una parte importante de los casos es en buena medida prevenible, explicó.

“Este trabajo demuestra que si bien las medidas populares como detener los vehículos al ralentí fuera de las escuelas o proporcionar rutas peatonales alejadas de las carreteras son importantes, las soluciones propuestas para mitigar la contaminación del tráfico no deberían restringirse a áreas localizadas”, agregó.

Consideró que las nuevas políticas destinadas a reducir los efectos de la contaminación atmosférica procedente del tráfico deben enfocarse a cada eslabón de la cadena: desde el volumen y el tipo de tráfico, hasta los gases de escape y las emisiones que no provienen de los tubos de escape, pasando por la dispersión y la exposición.

El coautor del estudio, Mark Nieuwenhuijsen, apuntó que los casos de asma infantil han aumentado de manera constante desde la década de los cincuenta.

“El progreso futuro con el asma infantil requiere un enfoque que no se limite a controlar y tratar la enfermedad y vaya hacia su prevención, comenzando por la reducción de la contaminación del aire relacionada con el tráfico”, expuso.

Este estudio es parte de un trabajo en curso en Bradford que evalúa las emisiones y el perfil de calidad del aire en la región y los efectos e impactos asociados a la salud infantil.

El equipo de investigación prepara actualmente una evaluación del impacto en la salud de contaminación atmosférica y asma a nivel europeo.

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