Juan David Castilla Arcos. Xalapa. Felipe Ruiz se ha dedicado durante 35 años a la preparación y comercialización de helados. A la fecha, su actividad continúa siendo redituable.
El señor tiene 51 años y ha percibido los ingresos económicos necesarios para el sustento de sus tres hijos, de 26, 19 y 18 años.
Su oficio es considerado un arte tradicional por lo que implica la preparación de sus productos.
“El helado de vainilla lleva agua, azúcar, leche clavel, la vainilla y el color amarillo, todo eso es para la preparación. Es un arte porque hay que saberlo congelar, echarla en una garrafa, echarle hielo alrededor, lo que le da fuerza a lo frío es la sal que se le echa alrededor del hielo”.
El comerciante labora con frecuencia al interior de la escuela primaria “Doctor Agustín García”, ubicada en la colonia 21 de Marzo.
Sin embargo, en temporadas vacacionales, se ve en la necesidad de recorrer calles del Centro Histórico de Xalapa, para vender su mercancía.
“Hay que trabajar más duro para que salga el producto, pero habiendo clases ya está un poco más tranquilo”, comenta el heladero.
Refiere que el único obstáculo al que se enfrenta son los inspectores de Comercio del ayuntamiento de Xalapa, quienes lo hostigan y le impiden laborar por falta de permisos para vender en la vía pública.
“Paletas y bolis Panchito”, se lee en el rótulo del carrito donde don Felipe transporta sus helados.
El comerciante gana aproximadamente 10 mil pesos mensuales.
En ocasiones, al día logra recabar entre 200 y 500 pesos.
Por su parte, la población xalapeña consideró que el ayuntamiento de Xalapa debería asignar espacios donde los heladeros tradicionales puedan comercializar sus productos, sobre todo en el primer cuadro de la ciudad.
En un sondeo, la gente dijo que prefiere consumir los helados tradicionales que los productos de grandes empresas como Holanda y Nestlé.
A su juicio, los helados que son elaborados por comerciantes locales son más económicos y tienen un sabor casero.
