Hernán Cortés fue conquistador, héroe y enemigo: Alejandro Carrillo
México, 22 de marzo/Notimex. Hernán Cortés al llegar a América fue el conquistador y el héroe, pero al poco tiempo comenzó a pelearse con los intereses de la Corona española, que a su vez empezó a tenerle cierto recelo y considerarlo como un peligro, explicó el director general de la Fundación Miguel Alemán, Alejandro Carrillo Castro.
Expuso que, durante el Virreinato, Cortés adquirió una figura ambivalente, ya que para unos era la hazaña de los europeos que fundaban colonias en Mesoamérica, pero cuando México se independizó, al igual que la mayor parte de las colonias españolas y europeas en América del Sur y Norte, pasó a ser un símbolo del enemigo.
“En la historia de México, en la historia oficial y pública, se va definiendo a Hernán Cortés como el antimexicano, símbolo de la opresión colonial de aquella época. Pero luego vino la Revolución Mexicana en donde la primera vez los mexicanos recorren a la luz del levantamiento armado todo el territorio nacional y entonces surgió un orgullo explicable sobre el mérito y la importancia de las culturas preexistentes a la llegada de los españoles”, detalló.
En conferencia de prensa, donde se presentó el inicio de la grabación del documental Malintzin, historia de un enigma, Alejandro Carrillo señaló que Cortés no sólo pasó a ser el símbolo de la opresión colonial, sino de quienes descubrieron una de las civilizaciones más destacadas de la época en Mesoamérica.
“Podemos decir muchas cosas de Hernán Cortés y estar o no de acuerdo, pero estamos hablando español, como hubiéramos hablado inglés, si hubieran participando en el choque de las civilizaciones o portugués como ocurrió con Brasil”, afirmó.
Recordó que cuando realizaron el documental Hernán Cortés descubrieron que éste no sólo representaba al conquistador que venía a saquear las tierras del nuevo mundo, sino que en los cinco años que estuvo en la hoy República Dominicana, en ese entonces Santo Domingo o la Isla Española, traía una idea diferente de lo que tenía que ser la mezcla de civilizaciones entre los europeos y los nativos de este nuevo continente.
«Cortés sugiere la necesidad de respetar las vidas y la manera de ser de los nativos de ese nuevo continente, incluso cuando ocupa la alcaldía de la ciudad más importante de la Isla de Cuba, Santiago, vive con una indígena para demostrar que hay que tenerle respeto.
«Cuando viene a México, y conoce a Marina, su intérprete y asesora política, quien luego fue denominada Malintzin, tiene una relación con ella, y posteriormente un hijo, a quien “le pone el nombre de su padre, Martín, y es reconocido como hijo legítimo a petición de Cortés, por el Papa de entonces”, narró.
Alejandro Carrillo indicó que cada nueva generación tiene el derecho, pero también la obligación de estudiar a la luz de los nuevos datos y la información con la que se cuenta, los fenómenos históricos que, en su momento, la cercanía impedía que los viera con objetividad.
“Era importante para las nuevas generaciones ver con ojos más frescos la importancia de quienes participaron en la configuración de lo que es ahora la identidad mexicana, sí orgullosos de nuestras herencias prehispánicas; sin embargo, aceptamos que somos también producto de esa mezcla que nos hace que estemos en este momento comunicándonos en lengua castellana”, concluyó.