Historia: Así nombraban a las epidemias en el pasado
Redacción/Notimex.- Aunque las grandes pestes están marcadas por una brecha temporal, existen relaciones que los seres humanos han construido a través de la lengua y la cultura; sobre ello habló este miércoles Concepción Company Company (Madrid, España, 1954). La lingüista, filóloga y académica impartió la charla “Pandemias y enfermedades de antaño en la vida cotidiana en América”, como parte del ciclo «Grandes Maestros. UNAM desde casa», en el cual habló sobre las enfermedades contagiosas en la historia de la humanidad y la manera en que se han nombrado.
Explicó que lo esencial de la lengua no es la comunicación sino su poder de convertirnos en seres históricos, al permitirnos transmitir experiencias, información y conocimientos, mismos que nos sirven para prevenir a otros sobre lo que puede ocurrir y ponerle nombre a las afecciones que hemos vivido. La investigadora discurrió sobre las etimologías de palabras como enfermedad, salud, contagio, epidemia y virus, así como las voces generales que se han utilizado para denominar epidemias de gran alcance, por ejemplo, azote, calamidad, peste, pestilencia, y plaga.
“Hay grandes continuidades, esa idea es el telón de fondo, porque lo que vamos a ver es que en hechos de cultura y pandemia somos prácticamente los mismos y funcionamos igual que hace 500 años. Lo más sorprendente de este mundo de las enfermedades es que, al parecer, no hemos cambiado nada… hay una gran continuidad en los dislates, prejuicios, preocupaciones y precauciones que debemos tomar”.
Refirió que una de las enfermedades más atroces del pasado fue la viruela, episodios que quedaron registraron en los corpus históricos que constan en el CORDIAM. Esto también quedó de manifiesto en La muerte de Moctezuma y Cuitláhuac, del Códice en cruz, dos imágenes que —dijo— son muy reveladoras pues muestran al primero de estos tlatoanis amortajado y con su penacho, abajo está el señor de Iztapalapa, quien lo sucedió durante sólo unos meses, representado en la imagen con puntos negros y lleno de viruelas.
Señaló que el concepto de sanidad ha cambiado mucho a lo largo de la historia, pues durante siglos se mantuvo la idea de que bañarse a diario era contraproducente, lo que se ve reflejado en frases cotidianas y refranes como: De limpios y tragones están llenos los panteones; lo que sucede también con la idea de la gordura, una condición que en otros tiempos se asociaba con buen estado físico y ausencia de enfermedad.
Finalmente, la filóloga concluyó: «Una mirada histórica arroja muchísima luz sobre el hoy: aislamiento, hambruna, economías empobrecidas, pensamientos mágicos que van y vienen… y que siguen al día de hoy aparentemente activos. La enfermedad siempre ha estado en el marco de las grandes preocupaciones del hombre y lo más anhelado por él es la salud».