Entre historia y naturaleza, San Miguel Regla es una pausa en el tiempo
México, 14 de julio/Notimex. El aire fresco de la huasteca que mueve los pinos, oyameles y cipreses, combinado con un ambiente del siglo XVIII, crea en la ex Hacienda de San Miguel Regla una atmósfera de descanso y abstracción para chicos y grandes.
Enclavada en el Pueblo Mágico de San Miguel Regla, a dos horas y media de camino de la Ciudad de México por carretera hacia Pachuca, Hidalgo, en el municipio de Huasca de Ocampo, una construcción del siglo XVIII es testigo mudo de la historia en medio de la naturaleza.
En esta hacienda construida de roca de los alrededores y estuco natural con baba de nopal, y hogar de Pedro Romero de Terreros, conde de Regla, antiguamente se procesaban los minerales extraídos de las minas de Real del Monte (oro y plata, sobre todo) para después ser enviados a la Nueva España.
Debido a esta actividad, la finca se convirtió en la primera hacienda de beneficio de plata de la región, pues gracias a los abundantes canales de agua y ubicarse en medio del bosque, era ideal para los mineros fundadores.
De esta estructura aún se conserva el casco y la capilla de arquitectura colonial, además del acueducto que alimenta el lago con agua de los manantiales que bajan desde los Prismas Basálticos, localizados a pocos minutos de la hacienda.
Este lugar, que hoy funciona como hotel, está rodeado de pequeños arroyuelos que a su vez dan vida a las múltiples variedades de árboles que decoran y llenan la cascada que se forma en la parte baja de los Prismas.
Cada árbol de ese lugar abrigado con heno arropa múltiples leyendas ocurridas en los andadores, túneles, escaleras y habitaciones de esta hacienda; hay historias de amor y aventura, pero también de esclavitud y muerte.
Todo esto hace más atractivo el lugar para los paseantes, quienes además de historia, pueden pescar y remar, pasear a caballo o a pie, conducir cuatrimotos y disfrutar de la comida típica de la región, que va desde una barbacoa, los tradicionales pastes, escamoles, chinicuiles, tlacoyos, dulces de leche y hasta el cada vez más de moda, el pulque.
Además de los Prismas Basálticos, cercano a la ex Hacienda de San Miguel Regla están las presas de La Cruz, El Zembo y San Antonio, así como las peñas El Águila, Las Navajas y El Jacal, donde los amantes de la naturaleza pueden practicar la bicicleta de montaña y el campismo.
Este lugar que funciona como hotel exclusivo abierto al público, con 35 habitaciones y albercas, también es alquilado para fiestas pues cuenta con un jardín y un lago artificial que le da un toque especial a cualquier celebración.
Así, quienes desean descansar sin salir del hotel pero también buscan disfrutar de la naturaleza y la historia, encuentran en esta ex hacienda construida por los ingleses el espacio ideal, pues pueden recorrer los chacuacos que aún conservan sus mecanismos hidráulicos, la propia capilla hasta los calabozos.
Al encontrarse a 31 kilómetros al noreste de Pachuca, por la carretera 105, desviación a la derecha en el 23, a dos kilómetros al noreste de la población, San Miguel Regla una opción cercana a la Ciudad de México para remontarse al pasado y a la esencia presente.