Yhadira Paredes. Xalapa, Ver., 28 de septiembre de 2018. En Canadá, bosques continuos con árboles de más de 30 metros de altura hacen que las conflagraciones sean más difíciles de controlar, detalló el combatiente de incendios forestales adscrito en Orizaba, David Rosales Pérez.
Tras su regreso de su tercera participación en el combate a incendios en aquel país, indicó que allá se enfrentan a fuegos sin barreras que pocas veces se ven en México.
Lo anterior pone en riesgo la vida de los combatientes entre los que se encontraban canadienses, mexicanos y australianos al haber un incendio con comportamiento de antorcha.
“Vale la pena arriesgar la vida, amamos nuestro trabajo, podemos presumir de nuestro trabajo, sentimos algo, adrenalina, miedo, hambre, amor por la naturaleza, tenemos que improvisar, vemos animales salvajes que nos pone en riesgo, todo el tiempo en camino a pie, en una nave estamos en constante riesgo”.
Agregó que los incendios forestales en Canadá y México son totalmente diferentes, se tiene que improvisar.
El combatiente veracruzano recordó que tras 14 días de patrullaje para detectar focos incendiarios a fin de evitar que se propagara el incendio, acudieron a otra provincia a hacer frente a un incendio explosivo que dañó casas, terrenos agrícolas.
“Donde hicimos tareas de protección de infraestructura, casas, estuvimos trabajando porque había demasiado viento y se podría tornar un incendio extremo, después de medio día nos evacuaron, estábamos trabajando alrededor de 40 personas entre canadienses, australianos y mexicanos”, finalizó.
