- Cobran 20 por ciento sobre la deuda total y todavía le meten los intereses.
Xalapa, Ver., a 18 de julio de 2024.- En abril de 2023 la Cámara de Diputados, de mayoría morenista y aliados, aprobó la extinción de la Financiera Nacional de Desarrollo, institución de crédito al campo que tenía por objetivo financiar la producción primaria del país. Entre la exposición de motivos, además de la austeridad republicana que predica el Gobierno Federal, se señaló que los despachos que se encargaban de cobrar esas deudas eran muy caros en honorarios que tenían que pagar los propios productores, comisiones del 20 por ciento sobre la deuda total y todavía le sumaban los intereses legales, ordinarios y moratorios.
Al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP) se le encomendó finiquitar créditos y la cobranza de los pagos pendientes, para lo cual han otorgado poderes a los mismos despachos de cobranza que venían recuperando la cartera a nombre de Financiera Nacional de Desarrollo.
Entre las responsabilidades del INDEP está la de crear estrategias justas de cobranza, que permitan que los campesinos liquiden sus adeudos en condiciones accesibles y viables de pago. Esta tarea no se ha realizado y, en cambio, se entregó la cartera a despachos de cobranza externos que continúan con su negocio de arrinconar legalmente a los productores, con lo cual se pisotea el espíritu de la reforma que extinguió la FND que, supuestamente, era liberar al campo de la corrupción.
EXIGIMOS
I. Detener inmediatamente la cobranza abusiva de los despachos.
II. Frenar los juicios existentes, y;
III. Abrir mesas de negociación sin intermediarios con el INDEP, para que den condiciones justas de renegociación de las deudas.
¡Los campesinos quieren pagar!, pero los despachos contratados por la autoridad no se los permiten.
Desde la aprobación de su eliminación, en el Barzón de Resistencia Civil del Estado de Veracruz nos pronunciamos sobre las complicaciones que ello generaría al campo, y a poco más de un año de su extinción formal, vemos con preocupación el descontrol de precios de productos de la canasta básica, la falta de seguros catastróficos que cubra los daños ocasionados por la sequía y, ante la temporada de huracanes, un nuevo riesgo de volver a perder cosechas. Estos mismos problemas ya fueron admitidos por el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, quien terminó por aceptar que se equivocaron que siempre sí, fue un error desaparecer a la financiera.
El desabasto de alimentos y el encarecimiento de los productos básicos son el primer eslabón de una larga cadena de deterioro económico que continuará hasta que se tomen medidas efectivas como subsidios, precios de garantía y aseguramiento de nuestro campo.