Indígenas en Colombia mantienen su defensa por la vida y la tierra
Edelmiro Franco. Corresponsal. Bogotá, 22 de agosto/Notimex. Los Pueblos Indígenas de Colombia mantienen una lucha permanente por la defensa del territorio, la vida, la paz y la justicia, banderas que levantan con más fuerza en esta época de postconflicto.
Las comunidades étnicas, que suman cerca de un millón 400 mil personas, la mayoría de ellas agrupadas en la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), ratificaron al nuevo presidente colombiano Iván Duque su “compromiso con la defensa del territorio y la vida”.
Para ellas la defensa del territorio y la vida, significa “defender nuestra pachamama (Madre Tierra) de las amenazas que representan la voracidad de las empresas nacionales, trasnacionales y multinacionales por el agua, el oro, el coltán (mineral), el carbón y el petróleo”.
Los pueblos indígenas consideran que las empesas multinacionales “quieren sacarle la sangre a la tierra a costa de acabar con la posibilidad de que sigamos los pueblos del mundo viviendo en nuestra casa común, que es la Madre Tierra”.
El manifiesto político, a que tuvo acceso Notimex, del XII Congreso de los Pueblos Indígenas de Colombia es contundente cuando afirma que ellos seguirán “caminando sobre las huellas y caminos que desbrozaron nuestros Mayores”.
“Caminos no ausentes de dolor y sangre, pero llenos de alegría y de dignidad que nos permiten construir y fortalecer nuestras instituciones propias para garantizar nuestra pervivencia como pueblos ancestrales”, plantearon en el congreso realizado la semana pasada en el suroccidente de Colombia.
El congreso anunció nuevas movilizaciones de fuerza y «de pensamientos obedeciendo las leyes de la madre naturaleza, siendo estrictamente críticos hacia dentro y tolerantes y generosos con nuestros hermanos que luchan por una mejor sociedad para todos”.
Las principales exigencias de las comunidades indígenas al Estado colombiano son: “Tierras suficientes y aptas para desplegar nuestra cultura y producir respetuosa, armónica y amorosamente los alimentos y recursos suficientes para vivir dignamente”.
Recordaron que estas “tierras han sido despojadas a sangre y fuego a nuestros pueblos por terratenientes y poderosos, y sus gobiernos de turno”.
“Seguiremos exigiendo permanentemente el respeto a nuestras instituciones, autoridades, formas de gobierno, de justicia y de pensamiento propias. Lo haremos con la constancia milenaria y la razón, y la espiritualidad que nos ilumina el horizonte”, advirtió el manifiesto político.
Los pueblos indígenas piden justicia por la desaparición forzada y asesinatos de sus integrantes por los diferentes actores de la guerra, que azotan sus territorios por más de cinco décadas, que de acuerdo con cifras de organismos humanitarios en los últimos dos años fueron asesinados 36 líderes indígenas.
Exigen “la implementación de la jurisdicción especial indígena (JEP) y los Centros de Armonización, a través de una articulación interinstitucional respetuosa y equilibrada que garantice la diversidad étnica y cultural de Colombia”.
Los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales “de nuestras gentes y territorios frente a proyectos públicos y privados que desconocen la consulta previa libre e informada y se convierten en imposiciones ilegítimas que depredan la vida”, según su manifiesto.
Además demandan salud, educación, nutrición y seguridad alimentaria para los “niños con enfoque étnico, así como las demás reivindicaciones de desarrollo económico y social para todas nuestras comunidades convenidas en Acuerdos con los gobiernos local, regional y nacional en el marco de las diferentes mingas por la vida y el territorio”.



