La bala policial que dejó discapacitado a un deportista

Juan David Castilla Arcos. Xalapa, Ver., 03 de diciembre de 2018. La bala perdida de un policía municipal arrebató la movilidad a Sergio Benítez Ramírez cuando concluía un partido de fútbol rápido en El Roble, municipio de Emiliano Zapata.

El tiro que se le escapó al uniformado golpeó la espalda del entonces futbolista, ocasionándole una lesión medular y una discapacidad motora, misma que le impide mover su cuerpo del pecho hacia abajo.

Aquel 27 de noviembre de 1997, hace 25 años, la munición también perforó su pulmón izquierdo, fracturó una costilla y se desvió hacia la columna vertebral, quedando alojada entre los discos ocho y nueve.

“El proyectil se encuentra alojado en mi tórax, tener un fierro ahí desconocido siempre (es incómodo) en estos climas, haz de cuenta que trajera yo el refrigerador en mi persona”, cuenta.

El señor de 52 años recuerda que tenía 27 cuando la negligencia por parte de un miembro de la corporación policial, lo marcó de por vida.

Sus ojos enrojecen, pero el llanto no aparece. Ya no hay odio, rencor ni dolor en su interior hacia quien lo hirió y enfrenta una pena en la cárcel por su error.

PÉRDIDA MATRIMONIAL

Las dos ruedas de su silla lo ayudaron a levantarse y son ahora sus piernas para seguir adelante; lo llevan a donde quiere, no se deprime y no enmudece.

Su esposa lo dejó porque había quedado discapacitado. Sus piernas también lo habían abandonado. Ambas pérdidas lo lastimaron, pero no lo imposibilitaron.

Unos 15 años pasaron para que Sergio encontrara trabajo. En el proceso, sufrió lo mismo que la mayoría de las personas con discapacidad: discriminación.

“Después de estar inhabilitado, a veces burlonamente te dicen: ¿pues en qué puedes trabajar?, ¿en qué te puedo poner?, y dices tú: yo puedo contestar una línea telefónica, puedo llevar una agenda”.

Desde hace siete años, labora en un Módulo de Información y Transparencia del ayuntamiento de Xalapa, donde se siente complacido de ayudar a la gente que acude a realizar algún trámite y desconoce dónde dirigirse.

Sin embargo, aún entristece y su ceño endurece, porque hace dos años su hijo mayor murió de un paro cardíaco a la misma edad que Jesucristo; tenía 33.

Los médicos dijeron a don Sergio que su hijo consumía con frecuencia la bebida energizante “VIVE 100” y eso había dañado sus arterias.

“Es un dolor tremendo. Fue una muerte repentina. Médicamente dijeron: es este producto lo que le ocasionó que viniera congelándole, tipo miel, le tapara sus arterias y llegara al corazón”.

SUPERACIÓN ATLÉTICA

Cuando su vida cambió, decidió superarse y aprovechar la fuerza de sus brazos y su mente para destacar en el baloncesto.

Comenzó a entrenar básquetbol en silla de ruedas en el equipo Toros de Xalapa, en una cancha abierta de la unidad habitacional Fovissste.

Después fue seleccionado para participar en el Campeonato Nacional de Federación de Básquetbol sobre Silla de Ruedas de 1ª fuerza de la rama varonil Veracruz 2018, para representar al estado.

La entidad obtuvo el tercer lugar por encima de Sinaloa, Guanajuato, México y otros equipos de mayor renombre.

Sergio Benítez se prepara para un nuevo certamen nacional, a realizarse en seis meses.

Tiene una amplia experiencia en materia deportiva, pues, ya en silla de ruedas, entrenaba a niños en el campo de tierra del Omega, ubicado a un costado del Quirasco, y les trasmitía sus conocimientos en fútbol.

También entrenó a jóvenes que quedaron tricampeones a nivel preparatorias, en el mismo deporte.

Cabe destacar que Benítez Ramírez recibirá un reconocimiento por su alto rendimiento deportivo en el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba