Veracruz. A las colonias y barrios que podemos encontrar en Veracruz, desde el centro hasta la periferia, se les puede distinguir por características que las vuelven particulares.
Sin duda una de las que más destaca y atrae la atención de locales y turistas, es el tradicional barrio de la Huaca, conocido también por los jarochos como “La Ciudad de Tablas” por sus tradicionales casas de madera que fueron construidas en el siglo XVII por esclavos negros, quienes utilizaron restos de tablas de embarcaciones y restos de barcos hundidos.
De este emblemático barrio, conformado por ocho manzanas y aproximadamente 14 patios de vecindad, han emanado personajes de la vida artística como Toña “La Negra” y Don Manuel “El Negro Peregrino”, entre otros, además aquí nacieron algunas muestras del son jarocho como los cantos para pedir la rama y el viejo.
Quienes han nacido y crecido aquí, como Lupita, aseguran que en este lugar vive la gente más alegre del puerto de Veracruz.
“La armonía de las que vivimos aquí; que nacimos y vivimos aquí en el barrio (…) la esencia de La Huaca es el folklore, el amor y el entusiasmo que tenemos todas aquí, porque como que todas tenemos algo que te inspira”, señaló Lupita Mortero.
El centro histórico es otro de los más importantes, aquí se desarrolla la vida comercial, artística y cultural de la ciudad. Desde los callejones en donde cada tarde de oye música popular, hasta los teatros, museos y centros culturales son parte del día a día. Para quienes habitan en esta zona, como Hugo Ramos, la mezcla entre la facilidad de movilidad y los escenarios para disfrutar de los ratos libres son lo que hacen a este lugar el mejor lugar para vivir.
“Más que nada por mi trabajo, porque no tengo un lugar fijo y por aquí pasan todas las rutas de camión y eso se me facilita para llegar al trabajo (…) definitivamente para ir a distraerse al Malecón al Zocalo, hay mucho comercio, todo se facilita más, el mercado, todo eso facilita vivir en esta zona”, señaló Hugo Ramos.
El reforma por su parte, representa la modernidad, un lugar que en los últimos años se ha convertido en el punto de reunión para las nuevas generaciones, renovando la forma de esparcimiento.
Sin duda, cada espacio, colonia y barrio de la ciudad tiene su encanto y lo que une a todos ellos es la alegría y algarabía con la que los jarochos reciben a todo aquel que los visita.
