La huella de la evolución en el Museo de Ciencias Naturales de Berlín

Olga Borobio. Corresponsal. Berlín, 24 de julio/Notimex. Los esqueletos de dinosaurios de varios tamaños en un patio interior con techo de cristal y profusamente iluminados es la primera imagen que el visitante recibe cuando entra al Museo de Ciencias Naturales en Berlín.

Los vestigios de los grandes saurios dejan instantaneamente boquiabiertos a los muchos niños y adultos que visitan el Museo durante el verano berlinés, que en esta ocasión está batiendo récords de calor.

Los esqueletos de dinosaurios de varios tamaños están en actitud de caminar y los mas pequeños de correr. De golpe, el visitante entra en una época en el pasado a 150 millones de años de distancia en la Era Jurásica. Los esqueletos que se exhiben son en gran parte las osamentas auténticas de esos grandes animales.

Expertos procedentes del extranjero vienen a Berlín para estudiar los hallazgos de los esqueletos, que siguen bajo análisis científico. En esa sala central, uno de los más valorados por los científicos es el ejemplar berlinés del arcaico pájaro-dinosaurio Archaeopteryx Lithographica, que fue descubierto hace 100 años.

Fueron encontrados durante la expedición Tendaguru que llevaron a cabo científicos alemanes del Museo de Ciencias Natuales de Berlín en la expedición en la montaña del mismo nombre, situada en la región sudoriental de Tanzania.

La expedición se realizó de 1903 a 1913. El Museo fue inaugurado en 1889, y es uno de los tres de Ciencias Naturales más grandes que hay en Alemania.

En el patio central hay también unas especies de binoculares interactivos y de telescopios. Con los primeros, el visitante puede ver a esos animales en lo que fue su medio natural tanto en la tierra, como en el agua y en el aire, y como fue que los científicos encontraron esas osamentas y las reconstruyeron pieza a pieza.

El esqueleto del dinasaurio Brachiosaurus brancal predomina entre los demás. Es uno de los más grandes que se han encontrado hasta ahora en el mundo.

En total, se exhiben en la gran sala del restaurado edificio centenario siete dinosaurios y los fósiles del mundo animal y de las plantas que rodeaban a los gigantescos animales hace 150 millones de años. Ese conjunto permite al visitante una amplia visión de ese período de la Historia de la Tierra.

En una sala aparte se exhibe al Tirannosaurus Rex. Fue encontrado en Montana en 2010 y los científicos tardaron dos años en recuperar sus huesos. Una serie de expertos internacionales consideran que es el Tirannosaurus Rex mejor conservado del mundo, solo su cráneo se compone de entre 50 a 54 huesos.

Ese saurio es un préstamos temporal al Museo, ya que pertenece a una colección privada a la que regresará. Ha sido estudiado por la ciencia y hay todo un archivo sobre él. Actualmente se estudian los vestigios de su anatomía, sus capacidades físicas, su ecosistema.

En una de las salas de alrededor se transportó una porción de terreno de Tundaguru en la que se ve una excavación realizada por científicos que va poniendo al descubierto los huesos de los enormes animales.

El Museo de Ciencias Naturales de Berlín alberga en total 30 millones de piezas, que van desde los esqueletos de dinosaurios y fósiles del mundo animal en la tierra, el agua y el aire hasta meteoritos y polvo procedente del espacio, pasando por rocas que contienen diversos metales, minerales y gemas tal como se las encuentra en la naturaleza.

Las muestras geológicas del Museo se extienden a varias salas, en las que se informa que con tecnología de punta en el Química y en la Física se descubren cada año 40 nuevos tipos de minerales. En total hay clasificados en nuestro planeta cuatro mil 600 minerales.

Un amplio número de ellos surgen por condiciones vinculadas a la presión en las capas terrestres y al magma que arrojan los volcanes, así como a las condiciones geológicas de los suelos. Algunos de ellos son microminerales que solo pueden ser vistos a través de microscopios.

En el recinto se va siguiendo la huella de la evolución en el hombre y en animales, en la tierra y en las rocas y minerales hasta nuestros días. 

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