La minería hace del paraíso un infierno: Hipólito Reyes

Yhadira Paredes/Xalapa. El arzobispo de la Arquidiócesis de Xalapa, Hipólito Reyes Larios afirmó que los cristianos y ciudadanía en general deben estar atentos de aquellas acciones que pretenden dañar el medio ambiente como son las presas sobre cuencas de los ríos y la minería, como ocurre en Actopan. 

En la homilía de este domingo, aseveró que la Iglesia Católica ha tenido simpatía con temas de la defensa de medio ambiente, por lo que rechazó la posibilidad de que se instale una en Actopan, misma que perjudicaría hasta Yecuatla. 

“Siempre es una destrucción, encuentran un paraíso y lo convierten en un infierno, sacan los minerales que hay y ahí dejan todo el desastre a los habitantes. Lo mismo hemos luchado para evitar la instalaciones de presas, como en el río Los Pescados, donde sería matar una zona turística importante par muchas gentes”. 

Destacó que lo más lamentable es que ni autoridades ni empresas avisan o consultan a la población sobre estas acciones, solo llegan a iniciar las obras y plagn por los terrenos de manera engañosa. 

Asimismo, Reyes Larios afirmó que quien quiera ser un autentico cristiano y católico tiene que ver todo lo que está pasando con la agresión a las familias, las mujeres, la violencia en general, por ello que consideró que hace falta más unidad y solidaridad entre unos y otros. 

“En tiempos de crisis como los nuestros que estamos pasando por muchas situaciones difíciles de muerte, tantas cuestiones de violencia, inseguridad, legalizar el asesinato de los niños por el aborto, en fin vivimos un mundo caótico y agresivo contra la vida humana y en este ambiente es grande la tentación de buscar la seguridad religiosa”. 


Aclaró que seguir a Jesucristo no significa huir a un pasado ya muerto, si no vivir con un espíritu que lo impulsó a él, no consiste en buscar novedades, ni en promover grupos de gente selecta, si no en hacer a Jesús el centro único de nuestra persona, familia y comunidades para servir al reino de dios. 

Finalmente, dijo, “seguir a Jesús significa caminar a contra corriente, en actitud de rebeldía frente a las costumbres, modas o corrientes de opinión que no concuerdan con el espíritu del evangelio”. 

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