Líderes empresariales hacen un llamado a la unidad y la modernización de México y América Latina

El desafío de la modernización es un imperativo para el desarrollo de América Latina y la clave que da sentido a las iniciativas de unidad que impulsa el sector empresarial, su apertura al diálogo y su intención de actuar para construir un país mejor. Al margen de las diferencias que pueden existir con otros actores sociales, la unidad modernizadora debe permear las decisiones del gremio, aseguraron Sebastian Edwards, Profesor Henry Ford II de Economía Internacional en la Universidad de California y Alejandra Cox, Profesora de Economía en la Universidad Estatal de California.
En el conversatorio América Latina: Panorama y perspectivas convocado por la Asociación de Empresarios Mexicanos (AEM), los especialistas afirmaron que América Latina como México necesitan un golpe de modernidad, donde los empresarios actúen y den el salto de 180° que se requiere para crecer el valor de la región.
Durante casi dos horas, miembros de la AEM, quienes se dieron cita en el Club de Empresarios Bosques, dialogaron con los ponentes internacionales sobre los retos que enfrenta Latinoamérica y países como Chile, Argentina, Brasil, Colombia y México. Además, profundizaron sobre el nearshoring, la importancia de invertir en comunicación y voceros de prestigio para permear el mensaje de unidad y desarrollo que requiere el país.
“Más allá de antagonismos, los empresarios deben erigirse en puente entre los distintos actores sociales, como son el académico, la ciudadanía y el gobierno para dialogar sobre los temas que les preocupan. No se trata de un camino sencillo o corto, sin embargo, tener claro el propósito, que en este caso es el bienestar de México, puede ser la clave para generar una estrategia que les permita unirse”, dijo Edwards, quien además es articulista en medios como Wall Street Journal, Financial Times, Los Angeles Times, El País (España) y El Mercurio (Chile).
Para Alejandra Cox, la seguridad social de los trabajadores y las pensiones es prioridad. Pero el desafío principal está en la comunicación y puso a Chile como un caso de éxito, en donde los trabajadores entendieron que se trata de su dinero y de sus ahorros, cosa que entendieron cuando mucho solicitaron retiro voluntario de sus ahorros por la pandemia de Covid-19, lo que dio credibilidad al sistema. Ante esto, reiteró la importancia de transparentar la información.
“Tienen que encontrar voceros que sean cercanos a la gente, en quien los ciudadanos confíen, que sean percibidos como neutros, que tengan sentido del humor y habilidad de negociación. Éste es el primer paso de una estrategia de comunicación que les permita permear su mensaje”, explicó Cox.
Al respecto, Ari Cassab, Presidente de la AEM, Capítulo Ciudad de México añadió que “los empresarios mexicanos deben enfocarse en abrir espacios para el dialogo, el intercambio de ideas y opiniones para construir soluciones. Y esto comienza con cambiar el discurso, pues no se trata de buscar el enriquecimiento sino de generar bienestar, hay que hacer ese juego de palabras”.
Los líderes empresariales coincidieron en que frente a la frustración y la desesperanza, siempre queda la acción en conjunto. Se trata de cambiar la retórica del empresario rapaz y entender que la deuda social es una realidad.
“Se necesita transformar la imagen del empresario, recordarle a las personas de ‘a pie’ el impacto benéfico que las empresas tienen en su día a día y abundar sobre cómo la creación de empleo y el impulso de la economía del país hace posible el bienestar de la sociedad”, detalló Alejandra Cox.
Ante los asistentes a la conferencia, Sebastian Edwards afirmó que lograr la modernidad en México “es como un juego de ajedrez”, donde los participantes delinean una estrategia.
“Se trata de una guerra de ideas en la que el fin último y común es construir un país mejor, capaz de estar a la altura de cualquier nación en el mundo y esto es posible si existe un objetivo definido, se implementa una estrategia y se invierten los recursos intelectuales y económicos que sean necesarios para lograr el objetivo”, concluyó Edwards.
Finalmente, también se habló sobre el nearshoring como un interés en común, tanto de la iniciativa privada como del gobierno y un punto de partida para generar acuerdos en beneficio del país, pues implica una oportunidad para todos de hacer negocio, generar empleo, atraer inversión y mejorar la calidad de vida, de tal forma que puede ser un punto de encuentro entre los distintos caminos e intereses que persisten en México.

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