Cientos de pobladores de Ayahualulco protestaron y marcharon en ese municipio para exigir el desafuero del alcalde priista Arturo Morales Rosas y una auditoría al ayuntamiento por el presunto desvío de recursos públicos.
De acuerdo con el exagente municipal Marco Antonio Guevara, más de mil 400 personas se unieron a la movilización por el hartazgo social y la presunta corrupción durante el cacicazgo de los hermanos Morales Rosas.
Los habitantes mantienen tomado el Palacio de Ayahualulco, un municipio que se encuentra en la zona centro de Veracruz, a unos 58 kilómetros de la ciudad de Xalapa.
“Hubo una gran manifestación, estamos pidiendo el desafuero y la auditoría contra los tres hermanos Morales Rosas, primero fue Abundio, luego Filiberto y ahorita el que está es Arturo Morales Rosas”, expresó el poblador.
El entrevistado acusó al Presidente Municipal de movilizar a unas 400 personas para retirar con violencia a la gente que toma el Palacio Municipal, durante la noche del domingo; sin embargo, el incidente no pasó a mayores.
“Principalmente eran señoras las que estaban en las puertas del palacio. Como sabíamos que venía el contingente, nos vimos obligados a tocar las campanas de la parroquia que está frente al Palacio Municipal para que saliera la gente del pueblo, de la cabecera municipal, para auxiliar a la demás gente”, añadió Marco Guevara.
La gente también responsabiliza al Alcalde de Ayahualulco de la suspensión del servicio de energía eléctrica en la zona, como parte de un acto represivo por las manifestaciones en su contra.
“Ayer (domingo), como a las diez y media de la noche, se fue la luz, nos pareció muy raro porque el grupo de choque tenía pensado bajar la luz y luego venir a desalojar a la gente que tenía tomado el palacio. Nada más no hay luz de Ixhuacán para arriba, sospechamos que fue por mano negra”, añadió.
Los pobladores piden la intervención de fuerzas estatales y federales para evitar hechos violentos en Ayahualulco, donde la semana pasada fue golpeado el regidor único Iván Edilberto Munguía Vargas, en plena sesión de Cabildo, tras negarse a firmar las cuentas municipales por posibles anomalías.