Juan David Castilla
Xalapa, Ver.- Familiares y amigos del jefe de la Policía Vial, Juan Alan Cuetero Meza, alias “El Archi”, marcharon en esta ciudad de Xalapa, para exigir su aparición con vida y que haya justicia en el caso.
El pasado 29 de mayo, alrededor de las 12:00 horas, el servidor público fue “levantado” por presuntos delincuentes sobre la calle Ejército Mexicano, en la zona del fraccionamiento Floresta, en el puerto de Veracruz, donde se llevaron también su vehículo particular.
Este miércoles 29 de junio, sus seres queridos se concentraron en el Monumento a la Madre y posteriormente caminaron hacia Palacio de Gobierno, donde bloquearon la calle Juan de la Luz Enríquez.
Lidia Enriqueta Meza López, madre de “El Archi”, pidió la intervención de las autoridades estatales, pues su hijo cumplió un mes en calidad de desaparecido y dijo desconocer si aún sigue con vida.
“Yo no sé por qué se lo llevaron, necesito a mi hijo, que me lo regresen. No sabemos si mi hijo esté vivo o ya no esté, pero que me lo regresen. Yo le pido a Dios que me lo regresen como esté pero que me lo regresen”, expresó la mujer mientras lloraba y sostenía una fotografía de su hijo estrechando la mano al gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
La señora enfatizó que la Fiscalía General del Estado (FGE) no les ha informado nada sobre las investigaciones, ni nada acerca del caso.
Lo único que supieron es que dos días después de la desaparición fue encontrado el vehículo de “El Archi” en el municipio de Emiliano Zapata, cerca de Xalapa, mismo que continúa a disposición de las autoridades.
También recordó que accedieron a las cámaras de videovigilancia del C5 donde se observa que unas camionetas persiguen al Jefe de la Policía Vial, cuando viajaba en su vehículo particular.
Las personas exigieron una audiencia con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y la titular de la Fiscalía General del Estado, Verónica Hernández Giadáns, para el esclarecimiento de este caso.
En la marcha también se observó a la esposa de “El Archi”, Lucía Martínez, quien llevaba en brazos a su hijo, un pequeño de dos años que a gritos pide el regreso de su papá.