
Isabel Ortega/Xalapa. El gobierno estatal de Morena tenía un mes, después de que entró en funciones, para presentar denuncias penales en caso de detectar irregularidades administrativas del gobierno de Miguel Ángel Yunes, luego del proceso de entrega-recepción.
Sin embargo, les llevó seis meses el anunciar desvíos millonarios, lo que generó el aplazamiento de la entrega de la Cuenta Pública del año 2018, y eso limita al propio Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) a retrasar el trabajo de revisión y auditorías.
El diputado local, Juan Manuel Unanue Abascal, integrante de la Comisión de Vigilancia, consideró que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez se está adelantando al proceso de revisión que lleva el Congreso y el Órgano de Fiscalización.
Cabe mencionar que García Jiménez pidió una prórroga a los diputados locales para entregar la cuenta pública del 2018, último año de Miguel Ángel Yunes Linares, a finales del mes de mayo, con el argumento que detectaron desvíos millonarios.
El panista observó como un “pretexto” la postura del gobernador, en especial porque la solicitud de prórroga se dio fuera de tiempo, “se está adelantando, porque el proceso de fiscalización y de la auditoría es cuando llega la Cuenta Pública a nosotros y es cuando la remitimos al Órgano de Fiscalización (…) y no nos podemos adelantar a decir que hay irregularidades, cuando no se ha revisado la misma.
“Recordando, tuvieron la oportunidad en el primer mes de la administración de hacer o de presentar las denuncias correspondientes, tenían 30 días, ya pasaron 6 meses. Lo que tenían que hacer echo es mandar la cuenta pública”, reiteró.