Muere Mario Bunge, el científico latino más citado de la historia
Redacción/México.- El científico y filósofo argentino Mario Bunge ha muerto esta noche en un hospital de Montreal, según han confirmado fuentes cercanas a la familia.
Bunge es uno de los científicos hispanohablantes más citados de la historia y acababa de cumplir 100 años el pasado septiembre. Ha publicado medio millar de artículos y más de un centenar de libros, y fue reconocido con el Premio Príncipe de Asturias de Humanidades y Comunicación en 1982 por la influencia internacional de su filosofía. También recibió más de una veintena de doctorados honoris causa, además de cuatro profesorados honorarios en universidades europeas y americanas. La familia no realizará ningún tipo de ceremonia, como era deseo del propio Bunge.
Bunge nació en Buenos Aires el 21 de septiembre de 1919. Fue profesor de Física Teórica y Filosofía, en la Universidad de La Plata. En la actualidad era profesor de lógica y metafísica en la Universidad McGill (en Montreal), donde impartía clase desde 1966.
En 1938, con menos de 20 años, fue fundador y dirigente de la Universidad Obrera Argentina, que llegó a tener más de 3.000 estudiantes antes de ser clausurada por el peronismo en 1943. Bunge, que dominaba el inglés, el francés y el alemán, también dio clases en decenas de universidades americanas y europeas. Durante toda su carrera fue especialmente conocido por su lucha incansable contra las pseudociencias.
Su libro más conocido es La ciencia, su método y su filosofía, publicado en 1960, en el que explica las bases del método científico, pero ha escrito docenas de libros más sobre filosofía de la ciencia y epistemología, y también sobre física teórica, psicología, matemáticas y ontología, entre ellos los ocho volúmenes de su Tratado de filosofía básica.
«Presentar pseudociencias como si fuesen ciencias auténticas porque exhiben algunos de los atributos de la ciencia, en particular el uso conspicuo de símbolos matemáticos, aunque carecen de sus propiedades esenciales, en especial la compatibilidad con el conocimiento anterior y la contrastabilidad empírica», aseguraba.