Mueren más de 721 migrantes en el Mediterráneo en 2 meses
Nueva York, 08 de agosto/Notimex. Más de 721 migrantes murieron en junio y julio pasados en su intento por cruzar hacia Europa a través del mar Mediterráneo, lo que revela “el impacto devastador” de las políticas migratorias europeas, denunció el grupo civil Amnistía Internacional (AI).
En un informe, AI destacó que tanto el número de migrantes ahogados en su intento de cruzar el Mediterráneo como la cifra de personas llevadas de regreso a los sombríos centros de detención migratoria en Libia aumento en los meses recientes como resultados de las políticas europeas.
Titulado Entre el diablo y el mar azul profundo. Europa falla a los refugiados y migrantes en el Mediterráneo central, el informe reveló que los migrantes son afectados por las políticas del nuevo gobierno de Italia, que dejó a las personas varadas en el mar durante días.
El documento también analizó la manera en que países de la Unión Europea (UE) promueven contener a refugiados y migrantes en Libia, donde están expuestos a la tortura y el abuso.
“A pesar del descenso en el número de personas que intentan cruzar el Mediterráneo en los últimos meses, el número de muertes en el mar ha aumentado”, alertó Matteo de Bellis, investigador de asilo y migración de AI.
Añadió que “la responsabilidad del aumento del número de muertos recae sobre los gobiernos europeos que están más preocupados por mantener a las personas fuera (de sus fronteras) que por salvar vidas”.
De Bellis explicó que las políticas europeas facultan a la guardia costera libia para interceptar a las personas en el mar, rescatar a migrantes de forma desordenada y obstaculizar el trabajo vital de los grupos civiles de rescate.
“El reciente aumento de muertes en el mar no es solo una tragedia, es una desgracia”, expresó De Bellis.
Además del repunte en las muertes por ahogamiento de migrantes, aumentó el número de personas recluidas de forma arbitraria en centros de detención abarrotados en Libia.
El número de detenidos se duplicó en los últimos meses, de alrededor de cuatro mil 400 en marzo a más de 10 mil a finales de julio, incluidas alrededor de dos mil mujeres y niños, resaltó AI.
Prácticamente todos estos detenidos fueron llevados a los centros después de ser interceptados en el mar y devueltos a Libia por la guardia costera libia, que está equipada, entrenada y respaldada por los gobiernos europeos, precisó el informe.
De Bellis manifestó que los gobiernos europeos se están confabulando con las autoridades libias para contener a refugiados y migrantes en Libia pese “a los abusos horribles que enfrentan a manos de la guardia costera libia y en los centros de detención”. Hay planes, además, para expandir estas políticas.
Italia, por ejemplo, comenzó a negar la entrada en sus puertos a los barcos que transportaban personas rescatadas. Esta nueva política se dirige a barcos de grupos civiles, embarcaciones comerciales e incluso a buques de la armada extranjera.
Esas demoras innecesarias obligaron a las personas que necesitan asistencia urgente, incluidos los heridos, las mujeres embarazadas, las sobrevivientes de torturas, las personas traumatizadas por naufragios y los menores no acompañados, a permanecer en el mar durante varios días, según AI.
“Las personas desesperadas han quedado varadas en el mar con insuficiente comida, agua y refugio, mientras que Italia trata de aumentar la presión política para que otros Estados europeos compartan la responsabilidad”, declaró De Bellis.
Además, las autoridades italianas y maltesas corrompen, intimidan y criminalizan a los grupos civiles que intentan salvar vidas en el mar, rechazan el permiso de sus barcos para desembarcar e incluso confiscan buques, apuntó AI.
“Los gobiernos europeos deben salir del círculo vicioso de cierre y externalización que han creado y, en su lugar, invertir en políticas que pongan orden en el sistema ofreciendo oportunidades seguras para viajar a Europa, tanto para refugiados como para migrantes”, enfatizó De Bellis.