Necesaria una reforma fiscal en México al entrar nueva administración

México, 26 de abril/Notimex. Gane quien gane la elección presidencial en México será necesario impulsar una nueva reforma fiscal, no solo en respuesta a la aprobada en Estados Unidos, sino también para atender aspectos internos en materia social o económica.

Así lo consideró el consultor estratégico y de innovación en tecnología impositiva para Latinoamérica de Thomson Reuters, Ricardo Castro, pues una nueva administración federal siempre viene acompañada de una reforma fiscal.

“Es necesaria una nueva reforma, no solo en respuesta a la reforma fiscal de Estados Unidos, sino que va más allá, a temas que los candidatos presidenciales le están dando más importancia, y tienen que ver con aspectos sociales, económicos, transparencia y corrupción”, añadió.

En la conferencia Reforma fiscal en Estados Unidos ¿Cómo afecta a las empresas mexicanas, dijo que por ahora los candidatos presidenciales en México no se han pronunciado puntualmente por una nueva reforma fiscal y solo han mencionado algunos cambios fiscales.

Esto se debe a que en esta etapa de campaña electoral están enfocados en otros aspectos, o también podría revelar que están cómodos con la reforma fiscal vigente desde 2014, y consideran adecuadas las tasas impositivas y la recaudación lograda con ella.

No obstante, sostuvo, gane quien gane la elección presidencial en México, “sí o sí” la nueva administración debe venir acompañada de otra reforma fiscal, a fin de dar respuesta a temas coyunturales como la reforma fiscal en Estados Unidos, pero también a aspectos internos.

“Los corporativos y sociedad deben de prepararse bien ante estos cambios estructurales que van a venir a la luz de lo que ya se está dando con la reforma (fiscal en Estados Unidos) y los resultados de las elecciones (en México)”, añadió Castro.

Expuso que la reforma fiscal aprobada en Estados Unidos busca sobre todo repatriar los capitales estadounidenses, premiándolos con una reducción en la tasa máxima corporativa de 35 a 21 por ciento, grabar más los contribuyentes que salieron del país, y un conjunto de medidas con las cuales se espera un incremento de 2.0 por ciento de su Producto Interno Bruto.

No obstante, la reforma fiscal de Estados Unidos tendrá impacto en el resto de las economías del mundo, y en el caso de México, como un primer término, la expectativa que se tiene es de una desaceleración de las inversiones estadounidense en el país.

Esto, debido a los ajustes que tienen que hacer las compañías a causa de esta reforma fiscal, pero también porque las empresas estadounidenses están paralizadas en esperan que exista una reacción o una postura específica del gobierno mexicano para poder continuar con esas inversiones.

El especialista en soluciones fiscales de Thomson Reuters aclaró que no se espera una salida masiva de compañías, dado la salida de las inversiones, de infraestructura y de capitales provenientes de Estados Unidos es un proceso muy complejo.

Comentó que hasta ahora las autoridades fiscales en México (la Secretaría de Hacienda o el Servicio de Administración Tributaria) no han fijado una postura respecto a la reforma fiscal estadounidense, quizá porque en estos momentos los reflectores están en otros aspectos, como la elección presidencial.

Insistió que con el cambio de gobierno en México será necesaria una reforma fiscal cuyo contenido debe ser definido por la administración del candidato presidencial ganador, pero en su opinión, la tasa efectiva del Impuesto sobre la Renta (ISR) corporativa, actualmente entre 25 y 30 por ciento, es competitiva respecto a la de Estados Unidos, de entre 25 y 27 por ciento.

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