Persiste lucha contra el fracking; Veracruz, estado más afectado

Juan David Castilla.- Ambientalistas continúan las acciones a nivel nacional para detener el fracking, la fracturación hidráulica para extraer hidrocarburos, una práctica que daña mayormente al estado de Veracruz.

Recientemente, se entregaron más de 90 mil firmas de ciudadanías y ciudadanos donde la Alianza Mexicana Contra el Fracking (AMCF) solicitó a la Comisión de Recursos Hidráulicos del Senado de la República que en el “Dictamen de las comisiones unidas de recursos hidráulicos y de estudios legislativos segunda, a la iniciativa con proyecto de decreto por el que se expide la Ley General de Aguas que abroga la Ley de Aguas Nacionales” se prohíba específicamente el uso del agua para la exploración y la extracción de hidrocarburos.

La alianza alertó que la redacción original del artículo 220 del dictamen se modificó para plantear que solo se prohibiría utilizar el agua destinada al consumo humano y al riego, con lo que en los hechos se dejaría tal y como está actualmente.

“El cambio en la redacción del artículo 220 del dictamen va en contra del buen manejo y conservación de los recursos hídricos del país. De hecho, implica que se continúen contaminando millones de litros de agua, a pesar de las condiciones de estrés hídrico a las que nos enfrentamos hoy en día. Por eso, más de 90 mil firmas de personas de todo el país hacen hoy la petición de que se regrese al dictamen original y se prohíba el agua -toda el agua- en el fracking”, explicó Alejandra Jiménez, de la alianza mencionada, quien radica en la zona norte de Veracruz.

En México hay más de 7 mil 879 pozos fracturados y se estima que cada pozo requiere para fracturarse entre 9 y 29 millones de litros de agua, llegando en ocasiones a más de 9 veces esta cifra.

Lo anterior, multiplicado por el número de pozos fracturados resulta en grandes volúmenes de agua que son contaminadas irremediablemente.

Veracruz ocupa el primer lugar nacional con mayor actividad de fracking para la extracción de hidrocarburos, donde se han perforado miles de pozos, generando daños ecológicos irreversibles, situación que han documentado organizaciones ambientalistas.

La extracción de hidrocarburos mediante la fracturación hidráulica se detectó en zonas urbanas de localidades de Veracruz y Puebla, donde hay fugas de gas metano que representan un riesgo para la salud humana.

Integrantes de la Alianza Mexicana contra el Fracking indicaron que la empresa de Petróleos Mexicanos (Pemex) sigue utilizando el método de fracturación hidráulica, lo que ha negado públicamente.

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