Playas mexicanas, paraíso donde el que el Covid «no existe»
Ciudad de México. Sin cubrebocas, sana distancia, ni medidas sanitarias… Así pasean miles de turistas -nacionales y extranjeros- por todas las playas mexicanas en plena pandemia. Y es que todo parece apuntar a que el coronavirus no existe durante las vacaciones, o al menos, así lo creen los viajeros.
Basta con pisar cualquier destino de playa en México para comprobar que los turistas, en su mayoría extranjeros, parecen ser inmunes al virus que ha desatado una pandemia y que, desde hace dos años, tiene al mundo paralizado y en pena por cifras desmesuradas de muertes.
Pero estadísticamente la realidad es otra, pues los gobiernos de Los Cabos, el Caribe o Oaxaca han solicitado a gritos ayuda del Gobierno Federal, pero no para sancionar a los turistas o hacerles respetar las medias de contingencia, sino para acelerar la vacunación de su población, pues al parecer es el camino más viable.
- México es el país en el que más se usa el cubrebocas. En la mayoría de los países (especialmente europeos) solo es obligatorio para ingresar a establecimientos o al transporte público, pero la gente puede transitar sin él por las calles.
- El virus desaparece con mayor facilidad al aire libre. Aunque parece que los visitantes se olvidan que el virus también se queda en camastros, mesas de restaurantes o peor aún, en lugares cerrados como los antros.
- La mayoría de los turistas internacionales ya cuentan con su esquema completo de vacunación, lo que reduce sus posibilidades a contraer el virus.
Las tres opciones son preocupantes, la primera porque no basta con concientizar a la población sobre la importancia de seguir las medidas sanitarias. También hay que concentrarse en los turistas y convencerlos de usar siempre cubrebocas, cuando ni en sus países se los exigen.
La segunda puede ser la más complicada de combatir, pues incluso destinos como Tulum han sido señalados por medios internacionales como el lugar de la ilegalidad tras ventilarse cientos de fiestas clandestinas en medio de reservas naturales o zonas de selva, en donde las autoridades no puedan detectar estos eventos, ni cancelarlos o sancionarlos.
Aunque últimamente la situación es un poco más cínica, pues aunque los aforos en bares siguen restringidos, en redes sociales se ha probado que los antros operan con lleno total y por supuesto, sin ninguna restricción sanitaria.
Medidas si las hay, pero es que ahora el reto se intensifica al tener por todo el país a turistas mexicanos que también violan las medidas sanitarias porque “ya están vacunados” o bueno, al menos sus padres y abuelos si lo están.
La situación empeora ante la evidente tercera ola de contagios, que en parte se ha desatado por la variante Delta, y que además, se propagó con mayor rapidez con la ampliación de aforos y horarios en los destinos turísticos del país.
Los intentos por frenar los contagios son escasos, aún así, los tres órdenes de Gobierno continúan alertando a la población para combatir la pandemia y permitir la reactivación económica en lugares que casi dependen del turismo.
Por ejemplo, hace una semana el gobierno de Guerrero determinó recalcular los aforos y horarios permitidos en los establecimientos de operación turística y las playas de Chilpancingo, Acapulco, Taxco y Zihuatanejo.
Al corte del 26 de julio, la Secretaría de Salud del Estado confirmó 48 mil 243 casos positivos del virus, de los cuales, el 40 por ciento han sido detectados en Acapulco.
Por otra parte, en Puerto Escondido, Oaxaca, el uso de cubrebocas es obligatorio o se impone una sanción de tres horas de cárcel a quien no cumpla con esta medida. La decisión se tomó luego de que se detectó el virus en tres turistas británicos en el aeropuerto del estado, mismos que contagiaron a 17 personas en el hotel donde se hospedaron.
En Los Cabos, los habitantes exigen al gobierno de Baja California Sur que pida a los turistas pruebas negativas de coronavirus al momento de ingresar al municipio; argumentan que no es suficiente que los turistas presenten el comprobante de vacunación contra el Covid-19, ya que este no asegura que una persona no porta el virus o su sintomatología.
El repunte contagios también se ha registrado en La Paz.
Por su parte, el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, continúa con la petición para que le permitan incidir en el esquema de vacunación contra el coronavirus en Puerto Vallarta, sin embargo, su solicitud ha sido denegada, principalmente por Hugo López-Gatell.
Al corte del 26 de julio, la Secretaría de Salud del Estado confirmó mil 400 casos de coronavirus en un día; la mayoría se ubican en la ciudad de Guadalajara, mientras que Puerto Vallarta está en el sexto lugar de los municipios con más contagios.
Los destinos más afectados hasta ahora son Sinaloa y Quintana Roo; tan solo Sinaloa se ha convertido en la primera entidad en regresar a semáforo rojo ante la tercera ola de contagios.
Sin embargo, el Ayuntamiento de Mazatlán ha confirmado que el acceso a todas sus playas es libre y que en este destino se opera bajo el semáforo en color verde.
En cuanto a Quintana Roo, este estado no ha logrado superar el semáforo naranja; los factores van desde que es la entidad que recibe más turistas tanto nacionales como internacionales, no solicita ningún tipo de prueba PCR negativa para ingresar al Caribe Mexicano y además, cuenta con variados destinos turísticos.
Quintana Roo es la entidad más turística de México, por contar con atractivos como Cancún, Playa del Carmen, Cozumel, Tulum, Bacalar, Holbox, Mahahual, Isla Mujeres y los principales parques temáticos del país: Xcaret y Xel-Ha.
Hasta hace unas semanas el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, anunció que México se sumaría a la lista de países que priorizarán la vacunación contra el Covid para los trabajadores del sector turístico.
La Secretaría de Turismo (Sectur) confirmó que el programa emergente de vacunación se aplicará en los estados de Baja California Sur, Quintana Roo, Jalisco y Nayarit.
Mientras tanto, el pasado 21 de julio comenzó la jornada de vacunación para todos los mayores de 18 años en el municipio de Benito Juárez, sede de Cancún y Othón P. Blanco, sede de Chetumal.
En tanto, en Othón P. Blanco el uso de cubrebocas también es obligatorio, quien se rehúse a usarlo podrá ser arrestado hasta por 36 horas o deberá pagar una multa de más de cinco mil pesos.