¿Por qué se celebra Año Nuevo el 1 de enero?

Redacción Xalapa.- En la mayoría de las culturas antiguas, el Año Nuevo se festejaba en el solsticio de invierno, ya que este evento era considerado un momento de renovación. Sin embargo, con el paso del tiempo, esta celebración se fue asociando con otros eventos astronómicos, como la aparición de la primera luna nueva del año o el equinoccio de primavera.

No obstante, en el Antiguo Egipto fue que comenzó a usarse por primera vez el calendario solar, lo que provocó que se modificará el inicio del año, puesto que los pueblos de la antigüedad medían los años mediante los calendarios lunares. Así bien, el calendario egipcio constaba de 365 días, divididos en 12 meses con 30 días cada uno, y se añadían 5 días más conocidos como epagómenos.

Antes de la llegada del emperador Julio César, en la Antigua Roma, existía un calendario conocido como «pre-juliano», el cual tenía una duración de 355 días divididos en 12 meses con duraciones iguales.

Sin embargo, en el año 64 a. C, el emperador Julio César modificó el calendario existente para corregir el retraso que llevaba frente al conteo astronómico y planteó un nuevo calendario que llamó «Calendario Juliano», el cual fue elaborado por el astrónomo griego Sosígenes de Alejandría, quien se basó para su creación en el antiguo calendario egipcio.

Este calendario juliano estableció que el año estuviera compuesto por 365 días divididos en 12 meses y se tomó inició de año el primero de enero, en lugar del primero de marzo como se estaba acostumbrado. Asimismo, consideró como años bisiestos todos aquellos cuyo número final es divisible por cuatro, por lo que se les añadió un día adicional durante el mes de febrero.

No obstante, cuando el cristianismo se convirtió en la religión dominante tomó el calendario juliano y le introdujo la división de la semana, lo cual antes no existía.

Varios siglos después, en el año 1582, el calendario juliano había provocado varios desajustes en el registro astronómico, ya que la duración del año con este calendario era de 365. 2422 días, lo que provocaba una diferencia de 11 minutos. Una cantidad que con el paso de los años se fue acumulando y provocó un desfase en los días.

También, este desajuste provocó que las estaciones del año dejaran de coincidir con las celebraciones cristianas, lo que conllevaba un problema religioso, pues la Pascua en lugar de celebrarse los primeros días de la primavera como lo marca la religión católica, se estaba celebrando días más tarde.

Por tal motivo, el papa Gregoriano XIII en el año 1582, a través de una bula papal denominada inter Gravissimas decretó la modificación del calendario, estableciendo que ahora el año durara 365 días, 5 horas, 49 minutos y 12 segundos y se reafirmó el primero de enero como el inicio del año, lo que lo convirtió en un sistema mucho más preciso.

Este nuevo calendario fue adoptado rápidamente por los países que estaban bajo la influencia del catolicismo y desde ese momento se comenzó a celebrar el año nuevo el 1 de enero de manera oficial.

 

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