Reconocen lucha de CDD a en CDMX

Carlos Guzmán/CDMX. La Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Nashieli Ramírez Hernández, celebró el 25 aniversario de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), y subrayó su trabajo y participación en el avance de los derechos de las mujeres.

Al darles la bienvenida al Conversatorio 25 años de católicas por el Derecho a Decidir: Significados, Oportunidades y Desafíos 1994-2019, reconoció a la organización como un espacio que acoge a las mujeres en una intersección de fe y feminismo “para dar a conocer que no es una escisión de origen, sino la intromisión del patriarcado en una tradición religiosa y espiritual”.

Dijo que la vida institucional de la CDHCM se debe en mucho al trabajo con las organizaciones, sobre todo a las que, como CDD, han participado y construido agendas comunes para la Ciudad de México y por los derechos humanos, los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

A su terquedad, dijo, se debe que esta Comisión actualice anualmente, desde hace 10 años, un informe sobre el estado de los derechos de las mujeres; así como su participación en el primer Programa de Derechos Humanos y de la Constitución de la Ciudad de México.

Se sumó a la necesidad de discutir sobre feminismos, a partir de las expresiones de las mujeres jóvenes y de los nuevos escenarios y mecanismos que “hace todavía cinco años no imaginábamos, mucho menos hace 25”.

Reconoció las aportaciones del trabajo de CDD por su intersección con el de las agendas de los derechos sexuales de los niños, las niñas y adolescentes, así como de los derechos sexuales y reproductivos de los y las adolescentes, y con la discusión sobre el Estado laico.

“Una agenda feminista donde Católicas ha sido promotora de la agenda de la mujer, de la agenda feminista en general, sino particularmente en lo que tiene que ver con la violencia, a través del Observatorio de Feminicidios en el país y en la Ciudad de México”, concluyó.

La Directora Adjunta de CDD, Gillian Fawcett Metcalfe, dijo que desde su perspectiva ética, católica, feminista y laica, la organización continuará desmitificando a la maternidad como destino, para que sea vista como “un trabajo de amor que, para ejercer a plenitud, implica previamente el deseo”.

La maternidad voluntaria, como inspiración ética, que funde a un sujeto responsable de sí mismo, explicó, es un requerimiento de una sociedad democrática, que desmitifica el tener hijoscomo hecho natural o ‘regalo del cielo’, y lo plantea como elección y hecho amoroso que requiere deseo, compromiso y trabajo.

Lo anterior, a través de sus áreas estratégicas, señaló, de la mano de jóvenes feministas impulsoras del #MeToo y de la Marea Verde, así como de las madres y familiares víctimas de feminicidio, con las que sostienen coincidencia en torno a los derechos reproductivos, la sexualidad placentera y responsable, las familias diversas, el derecho a una vida libre de violencia, laicidad y Estado, y pluralismo religioso.

Por su parte, el fundador y asesor teológico de CDD, Fray Julián Cruzalta, compartió sus reflexiones sobre la libertad de conciencia, que dijo, además de ser un principio de la religión católica es también un derecho humano.

El también fundador del Centro de Derechos Humanos “Fray Francisco de Vitoria”, subrayó la necesidad de las mujeres, y de los seres humanos en general, de hacer preguntas, así como del derecho a decidir en libertad, tal como la Virgen María para ser madre de Jesús.“El espíritu es fuerza, es audacia; y Católicas es profundamente espiritual porque las mujeres son audaces, preguntan y tratan de responder desde el espíritu, que no está separado, sino en el cuerpo”, expresó.    

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