Renuncia Hernán Bermúdez, secretario de Seguridad de Tabasco
Tras la jornada delictiva del jueves 4 de enero, este viernes 5 se dio a conocer la renuncia del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena; mientras que el Gobierno federal envió 2 mil 500 elementos de la Guardia Nacional para blindar el estado.
⇒ Unas horas después de la ola de asaltos, trascendió la salida de Hernán Bermúdez; sin embargo, el Gobierno de Carlos Manuel Merino envió un comunicado calificando esa información como falsa, que al final resultó ser algo cierto. Su lugar será ocupado por José del Carmen Castillo, quien era comisionado de seguridad.
Hernán Bermúdez Requena fue designado el 11 de diciembre del 2019 por el entonces gobernador, Adán Augusto López, como el titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana de Tabasco. Previamente, se desempeñaba como director de la Policía de Investigación de la Fiscalía General del Estado.
Hernán Bermúdez negó en varias ocasiones que en Tabasco operaran cárteles de la delincuencia organizada y sostuvo que la violencia era generada por bandas locales. Incluso, el pasado 22 de diciembre, justo frente a su domicilio, se presentó un enfrentamiento a balazos, aunque rechazó que se tratara de un hecho en su contra.
“Yo he recibido miles de amenazas en todos los sentidos, pero eso no me da miedo, para eso estamos hechos, si tuviéramos miedo no estuviéramos aquí, ¿Usted cree que si yo tuviera miedo, mi familia viviría en Tabasco?, yo estoy seguro de que estamos en un buen Tabasco”, expresó ante el Congreso estatal al comparecer con motivo de la glosa del informe de Gobierno el 29 de noviembre.
Ante esta ola de violencia, este viernes arribaron, vía área, a Tabasco más de cien integrantes del Ejército Mexicano para combatir a los grupos delictivos en el estado. En total, serán 2 mil 500 elementos los desplegados en los puntos identificados como de mayor conflicto.
Este jueves se presentó una ola de asaltos en al menos 25 diferentes negocios, como abarroteras, tiendas de conveniencia y farmacias, en Villahermosa, lo que generó pánico entre la población que se extendió a otras demarcaciones donde, aunque no hubo atracos, se tomó la previsión de bajar cortinas y reducir horarios de transporte.
