Revista canadiense destaca trayectoria de pintora mexicana

Isabel Inclán (Especial). Toronto, 15 de enero/Notimex. La prestigiosa revista literaria canadiense Exile Quarterly dedicó 13 páginas en su edición de enero a la trayectoria y propuesta artística de la pintora, curadora y ecologista mexicana María Luisa de Villa, quien vive y expone entre Toronto y México.

María Luisa de Villa ha sido por más de cuatro décadas impulsora del arte y de los artistas mexicanos en Canadá, introdujo el concepto de ofrenda de muertos en este país en 1985 y, entre Oaxaca y Toronto, ha sido un “corredor” del arte popular mexicano.

Creadora de los Huipiles de papel y de Milpa-pel, la artista, quien ha expuesto al lado de creadores como Francisco Toledo, utiliza pigmentos naturales, impresiones de la milpa sobre papel amate o Ixtle.

De Villa decora el Ixtle con micas naturales para representar en sus obras al maíz y a la imagen de la Guadalupana como símbolo de la identidad mexicana.

Bajo el título Ofrenda viva, la reconocida escritora canadiense Linda Rogers escribió: “Sus dibujos son unas alas transparentes y semillas que llevan su música, mensaje de deseo y amor duradero de un continente a otro”.

En la obra de De Villa se encuentran mariposas monarca, flores, mujeres indígenas, milpas, animales, maíz y elementos que hablan “de la colonización española, las formas prehispánicas y la fusión cultural”.

El artículo está acompañado de fotos de la obra de la artista, que es destacada como una pintora que reta el concepto de “lo normal”, y cuyo arte es “la voz esperanzada en un silencio postnuclear”.

En entrevista con Notimex, De Villa definió a Canadá como una “tierra que lleva aroma de hierba dulce” y dijo sentirse muy agradecida por la publicación en esta revista reconocida a nivel nacional, y que lee un público especializado en arte y cultura.

Destacó que en Canadá las instituciones culturales trabajan independientes, reciben fondos públicos y respetan el orden del país, pero son “libres y autónomas” en su programación y administración del dinero público.

Es decir que existe una distancia que llaman «de brazo” (arms length) entre el gobierno (el poder) y la cultura, a fin de que ésta pueda “respirar y crezca sanamente, lo que en México aún no logramos”.

La artista, quien vivió algunos años en Oaxaca, se refirió a su cercanía con artistas de las llamadas primeras naciones, “lo que me hace sentir en casa, al igual que nuestros pueblos originarios de México, son los primeros pobladores de estas tierras que llamamos América”.

Se dijo una artista “enamorada de México”, que lleva siempre la imagen de la tierra del amarillo biruchi, del naranja cempasúchil, los rojos tezontle y grana cochinilla, “donde el cenzontle canta con sus 400 voces”.

Sostuvo que México es un espacio pleno de oportunidades y posibilidades, es una potencia cultural: “Los mexicanos tenemos una especial sensibilidad hacia las artes visuales, pienso que el nuestro es un pueblo de manos y de pensamientos creativos”.

María Luisa de Villa se mostró de acuerdo con que a través de los artistas inmigrantes los canadienses conocen más de la cultura mexicana porque “al tenernos en casa, hay una mayor cercanía a la cultura; los artistas mexicanos en Canadá o en cualquier sitio, somos un puente natural entre las dos culturas”.

Informó que para este año tiene en puerta dos exposiciones en Toronto y una colaboración México-Canadá con dos instituciones canadienses. Además hay un proyecto de ayuda a la reconstrucción de la Casa de Cultura de Juchitán.

En Toronto sigue cabildeando la idea de construir una Casa México, «algo que nuestra comunidad se merece. Por lo pronto ya contamos con un directorio de creadores mexicanos con los que estamos planeando varias actividades”, concluyó.

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