Rodrigo de la Cadena no cesará en que el bolero sea patrimonio cultural

  • Urge a que nazcan nuevos intérpretes y temas de calidad para que siga evolucionando

Claudia Pacheco Ocampo. México, 27 de agosto/Notimex. Hace más de 15 años, Rodrigo de la Cadena inició su carrera como intérprete de boleros, para su joven edad, pudo haber escogido otro género, pero le gustó éste debido a que siempre le llamó la atención la música, los discos y las fotografías antiguas.

“Siempre me gustó el olor a naftalina. Mis papás no lo escuchaban, pero al oírlo, me subyugó desde el primer momento. Cuando aprendí a usar la tornamesa, procuraba esculcar todo lo que veía y me encantaba. Le quitaba el polvo y no me importaba llegar todo sucio a casa tras ver lo que había en casa de mis abuelos”, recordó.

Sin embargo, a través de la radio fue que el pianista, compositor, cantante y director musical forjó su interés por el bolero o su “noviazgo”, como él le llama.

“Mis papás me regalaron un radio Philco de bulbos que compraron en el Mercado de Pulgas de la Lagunilla y en él sintonizaba las estaciones que pasaban boleros. Eran los años 90 y en la XEW, la Q Radio, La B grande de México y el Fonógrafo en AM (Amplitud Modulada) transmitían aún esa música. Ya se oían viejos, pero me gustaban”, platicó.

En la actualidad, Rodrigo de la Cadena es secretario fundador del Instituto para la preservación y el fomento del Bolero en México A.C., cuyo propósito inmediato consiste en lograr que el género se convierta en patrimonio cultural inmaterial ante la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

“Todo lo que se ha propuesto en la lista representativa de inscripción, entra en automático a un programa internacional de conservación en el que varios organismos internacionales y nacionales tienen la obligación de cuidarlo y preservarlo, así como está sucediendo con el mariachi que ya es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”, explicó a Notimex en entrevista.

Para lograr dicho reconocimiento, precisó que cada país que se jacte de tener un repertorio amplio de boleros, debe reconocer su propio patrimonio cultural que está en manos de los autores, compositores y bohemios.

“Porque el patrimonio inmaterial no sólo somos quienes lo cantamos o la obra, sino la cultura que se ha conformado en torno al bolero. Por ejemplo, el vestir, las modas, el baile, los lugares que forman parte de esta ruta cultural y en dónde se desarrolló, porque viene desde Veracruz a Yucatán, llegando hasta Monterrey o el norte del país”.

El primer bolero exitoso grabado en México, dijo, no fue yucateco ni veracruzano. Se le registró como canción romántica fronteriza y se tituló Morenita mía, de la inspiración de Armando Villareal, en 1921.

“No obstante, el primer bolero mexicano que se compuso fue en 1918, aunque no fue grabado en ese año. La partitura existe y está guardada en el Centro de Investigación Musical Gerónimo Baqueiro Fóster de Mérida, Yucatán. Se llama Madrigal (1918) y lo compusieron el trovador Enrique Galaz Chacón y el periodista Carlos R. Menéndez”.

Fue a principios de la década de los años 20 cuando la producción del bolero en México aumentó y se popularizó.

“A partir de Agustín Lara, el bolero se comercializa, adquiere otro matiz. En 1928 fue el estreno de Imposible, su primer bolero exitoso. Incluso, soy fan de Lara y el bolero me gusta porque tiene calidad, es mexicano y es de una riqueza armónica única”.

Rodrigo de la Cadena es conductor del programa El ABC de la bohemia, que se transmite por ABC Radio los días sábado a las 19:00 horas. A través de éste documenta los géneros y temas más destacados de cada año con una cuenta regresiva desde 2018.

“Es el Billboard, el top de éxitos que se fueron cantando en el México pre-revolucionario hasta nuestros días. Llevamos casi 100 emisiones y ha sido una investigación muy difícil porque en México no existe la cultura de fechar. Están las grabaciones, pero no se sabe en qué año fue registrada cada una.

“Puede haber una grabación de 1930, pero no sabes si la canción es de ese año. En la Fonoteca Nacional te dan una idea, pero no se refleja fielmente cuándo fue escrito el tema; sin embargo, sí sabemos cuándo se estrenó y eso es lo que platicamos”.

El nacimiento del bolero mexicano fue en la década de los 20, pero su popularidad tardó en llegar. De hecho, muy pocas personas le llamaban por su nombre.

“Se conocía como canción criolla. Por ejemplo, Luis Casas Romero y Manuel Corona fueron de los primeros compositores de boleros en Cuba. Todos los ritmos que hoy conocemos salieron de ese país. De ahí era Pepe Sánchez, a quien se le acredita Tristezas, el primer bolero de la historia, de 1885”.

Entre los aspectos que se han batallado con respecto al bolero, es el origen de su nombre, pues Rodrigo de la Cadena dice que ningún investigador ha dado una explicación creíble y lógica de porqué se llama así.

“Hay muchas teorías. Dicen que es por un bailarín que mezclaba la danza de la bolera española de las Islas Canarias, o por el famoso ‘Bolero de Ravel’, pero no es lo mismo porque son cifras ternarias y al bolero se le distingue por sus cifras binarias. Se escriben en 2/4 o en 4/4. Se me hace muy absurdo, ni siquiera habría que comentarlo”.

Además de interpretar el bolero, Rodrigo de la Cadena ha compuesto varios temas al respecto y están plasmados en el disco El bolero de mi vida, del que sobresalen Hace muchos pecados que no te cometo, Sin ti sin mí, Te extraño los domingos a las dos de la mañana, Amarte lento y Siento, entre otros.

“Tengo grabados alrededor de 10 boleros. Aunque estructuralmente son boleros, no los acompaño como tal porque les he dado un giro. A algunos puristas no les gusta porque prefieren escuchar la maraca, el bongoe, la conga o el requinto para que se oiga como trío. Yo lo he norteamericanizado llevándolo al jazz porque me da para más, mientras que el tradicional limita mucho”.

Asegura que sí hay compositores actuales del bolero, pues a diario le llegan propuestas para grabación de un disco. Sin embargo, lamentó que la mayoría carece de calidad.

“Hay muchos malísimos, pero de ese universo hay un 20 por ciento interesante. De ahí, hay un 5 por ciento que se salva y sólo el 3 por ciento es de mucha calidad. En cada familia de México siempre hay un compositor, pues siempre hay alguien que escribe aunque no publique su obra”.

En fecha reciente, la XEB lanzó el concurso El bolero de hoy para convocar a nuevos compositores.

“Hasta ahorita han llegado mil canciones. Sus compositores quieren grabar sus canciones y publicarlas. A mí me han mandado 20 y de ellas he rescatado dos que están muy buenas. Cada jurado vamos a deliberar para dar con un ganador. Es gente de todas las edades, no se reduce a un sector en específico ni sociocultural o económico”.

Consideró que mientras haya romanticismo, el bolero no morirá, pero como sociedad se tiene la obligación de mostrar el antecedente histórico de sus raíces culturales, pues se trata del único género que no se incluye en el catálogo de música mexicana porque es más internacional.

“Es más internacional el Bésame mucho que el Cielito lindo que cantan los futboleros en los estadios, por ejemplo. En África o Asia me encuentro gente que canta boleros mexicanos como Perfidia, Frenesí, ¿Quién será? o Solamente una vez, aunque no sepan lo que dicen. Incuso, tengo versiones desde Rumanía hasta la Polinesia”.

El bolero, explicó, es famoso por su estructura literaria que va acorde a una métrica rítmica. “Deben ser 16 compases, un estribillo y otros 16 compases. Generalmente, es una historia de amor sintetizada en 32 compases, sea cual sea la temática: despecho o desamor”.

Aunque México tiene a grandes intérpretes del bolero, el cantautor y músico considera que tiene que evolucionar conforme a los artistas nuevos, que exista una creatividad.

“Una cosa es conservar el estilo tradicionalista históricamente desarrollado en los últimos 50 años y otra es innovar, yo apuesto por esto. Sí me gusta la interpretación tradicional, pero debe cambiar. Carlos Cuevas canta los de catálogo y aunque ha grabado cosas nuevas, su fuerte son los éxitos de siempre y lo hace extraordinariamente bien”.

En el caso de Luis Miguel destacó que cantó el bolero bajo un estilo “muy fresa”, pero lo hizo resurgir y presentó temas nuevos como No sé tú y Por debajo de la mesa, de Armando Manzanero.

“Él es un gran admirador de Michael Jackson y de Quincy Jones, por lo que tiene un toque soul y pop. Le dio una forma muy distinta de interpretarlo, impuso su estilo y su voz, por supuesto, tiene unas facultades muy notables”.

A lo largo de su trayectoria, Pedro Infante grabó muchos boleros, pero a Rodrigo de la Cadena no le gusta y nada puede hacerlo cambiar de opinión.

“No me gusta, es una cosa muy personal, prefiero a Jorge Negrete. Reconozco que con su voz, que no era grande, supo explotar canciones. Pero esto se lo enseñó Manuel Esperón, porque Pedro quería cantar como Negrete, pero éste era para llevar serenata hasta la ventana del balcón y Pedro era para cantar al oído”, concluyó.

 

Botón volver arriba