Rusia sigue culpando a Ucrania por atentado en Moscú

El poderoso secretario del Consejo de Seguridad ruso afirmó el martes que Ucrania estaba detrás del atentado contra una sala de conciertos de Moscú que dejó al menos 139 muertos, pese a que fue reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).

“Por supuesto, fue Ucrania”, declaró Nikolai Patrushev a medios rusos, al ser consultado si el responsable del ataque del viernes fue Kiev o EI.

La víspera, tres días después de la reivindicación yihadista, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que el atentado fue cometido por “islamistas radicales”, aunque también había apuntado a Ucrania.

Las autoridades se han negado a explicitar la pista ucraniana, limitándose a decir que los cuatro atacantes, que fueron detenidos, intentaron a huir en auto a Ucrania.

Para la oposición rusa, las autoridades se dejaron cegar por la represión a sus detractores y su ofensiva contra Ucrania, perdiendo de vista la amenaza yihadista.

Grupos yihadistas consideran a Rusia como un blanco legítimo porque Moscú combate al EI en Siria y en el Sahel africano, y enfrentó a grupos islamistas y separatistas en Chechenia, una región musulmana del Cáucaso ruso.

Putin forjó su imagen de hombre duro justamente combatiendo a estos grupos, responsables de ataques mortales como una toma de rehenes en 2004 en la escuela de Beslan que dejó 330 muertos, 186 de ellos niños.

El presidente ruso, Vladimir Putin, vio una mano negra ucraniana en el atentado terrorista perpetrado el viernes en una sala de conciertos a las afueras de Moscú, donde murieron 139 personas, pese a que el ataque fue inmediatamente reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).

“Y los nazis, como es bien sabido, nunca han tenido reparos a la hora de emplear los medios más sucios e inhumanos para lograr sus objetivos”, Vladimir Putin.

Putin se negó a aceptar a pies juntillas la hipótesis presentada por los servicios de inteligencia occidentales de que el atentado es obra del Estado Islámico de la Provincia de la Provincia del Jorasán (ISPK, por sus siglas en inglés).

“Sabemos por medio de quien se cometió ese crimen contra Rusia y su pueblo. Nos interesa quién lo encargó”, Vladimir Putin.

Durante su intervención Putin hizo preguntas a sus interlocutores, varias de las cuales las respondió él mismo, aunque aseguró a renglón seguido que las pesquisas deben ser objetivas y estar exentas de “trasfondo político”.

El atentado de Moscú “se inscribe de manera totalmente lógica en los sangrientos actos de intimidación” cometidos por Kiev, comentó, en alusión a las incursiones fronterizas y sus ataques contra la anexionada península ucraniana de Crimea.

Putin recordó que justo ahora es cuando ha fracasado “completamente” la contraofensiva ucraniana y el ejército ruso tiene la iniciativa en el frente, por lo que Ucrania necesita demostrar que “no todo está perdido”.

“Hay que responder a la pregunta de por qué los terroristas después de cometer el crimen intentaron huir justo por Ucrania, quién les esperaba”, Vladimir Putin.

Además, también se preguntó “¿quién se beneficia del ataque?” que tuvo lugar justo al día siguiente de que Putin fuera declarado presidente electo por otros seis años.

“Este crimen puede ser sólo un eslabón de una serie de intentos por parte de aquellos que combaten desde 2014 contra nuestro país con las manos del régimen neonazi de Kiev”, Vladimir Putin.

Al mismo tiempo, admitió que los que apoyan a Kiev “no quieren ser cómplices del terror y patrocinadores del terrorismo. Pero, efectivamente, hay muchas preguntas”.

Y acusó a Kiev de limitarse a “cumplir las órdenes de sus patrocinadores occidentales, luchar hasta el último ucraniano, obedecer las instrucciones de Washington (…) Arrancar de esa forma nuevo armamento y dinero adicional”, subrayó.

Putin denunció los intentos de Estados Unidos de “persuadir a sus satélites y otros países del mundo de que, según sus datos de inteligencia, supuestamente, no hay rastro de Kiev en el atentado de Moscú, que el sangriento acto fue cometido por seguidores del Islam, miembros de la organización prohibida en Rusia, Estado Islámico”.

En cambio, el presidente francés, Emmanuel Macron, lo tiene claro y reconoció el lunes que el ISPK también ha estado en los últimos meses detrás de “varias tentativas” de atentados en su país y se mostró dispuesto a cooperar con Moscú, con el argumento de que el Estado Islámico también es “enemigo” de Francia.

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